Mercedes cuenta su inesperado viaje del Imserso a Benidorm marcado por el coronavirus

Mercedes Silva, una vecina de Boiro, en A Coruña, de 83 años, ha conseguido mantenerse a salvo del coronavirus que afectó a sus compañeros del Imserso con los que viajó a Benidorm. Varios regresaron contagiados por coronavirus e, incluso, uno de ellos falleció hace unos días tras no poder superar las consecuencias del contagio.

Mercedes reconoce que ella tuvo “mucha suerte” pero resume la experiencia como “una guerra sin armas, algo así nunca lo hemos visto”.

Una cuarentena a su regreso a Galicia

Las medidas de desconfinamiento han permitido ya a Mercedes salir a pasear y reflexionar sobre lo que ha vivido tan de cerca en un viaje del Imserso que no ha resultado como se esperaba. Cuando regresó del viaje, se encerró sola en casa, una cuarentena en tensión y preocupación, tomándose y controlando que no apareciese ningún otro síntoma del coronarvirus.

La cuarentena no pudo con el ánimo de esta superviviente, que perdió a su madre cuando tenía siete años y trabajó toda su vida como mariscadora y empleada en una conservera. Explica que no hubo tiempo para aburrirse y cumplió con las actividades que le marcaban desde el centro de salud: ejercicios de memoria, tocar la pandereta y aprender canciones.

Durante el confinamiento, una de sus hijas se ocupó de llevarle la compra y Mercedes cocinó aunque, eso sí, sin poder contar con su compañía a la mesa. Ahora, cuenta los días para reunir de nuevo con sus cinco hijos, ocho nietos y dos bisnietos mientras reflexiona sobre lo que le ha tocado vivir: «hay que estar tranquilos, esto pasará”.