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¿Es España la solución? Puede convertirse en la Arabia Saudí de la energía verde, según CEPSA
El Consejero Delegado de CEPSA, Maarten Wetselaar, ha animado a España a tomar la iniciativa lo antes posible para convertirse en el gran productor de energía limpia del futuro. Asegura que cuenta con las mejores condiciones para generarla y con los puertos para distribuirla por toda Europa.
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Invitado por la CEOE y CEPYME a un encuentro empresarial, Maarten Wetselaar ha desgranado la estrategia de futuro diseñada por Cepsa para afrontar la transición energética. Su Consejero Delegado, Maarten Wetselaar, cree que en el futuro la mitad de la energía que se consuma será eléctrica y la otra mitad procedente de moléculas verdes ( biocombustibles e hidrógeno, principalmente). Es en ese mercado en el que se quiere centrar la compañía energética española en los próximos años.
Wetselaar ha recordado que su compañía va a invertir 8.000 millones de dólares en los próximos 8 años pero asegura que esta transición verde tiene que ser "un juego en equipo", en el que tanto las empresas privadas como los organismos públicos remen en la misma dirección.
España, paraíso de las energías limpias
El máximo responsable de CEPSA ha señalado que esta transición es una gran oportunidad para España, y que en 2050 nuestro país podría ser el paraíso europeo de las energías no contaminantes: "para producir electricidad e hidrógeno verde solo se necesitan sol, viento y espacio, y España tiene estos tres elementos".
Para que esto se convierta en realidad –ha dicho- hay que empezar a actuar ya: "si somos lo suficientemente rápidos, España puede convertirse en la Arabia Saudí de Europa". Con esas buenas condiciones para la producción de hidrógeno verde, si se construyen las infraestructuras necesarias antes que en otros lugares, los puertos del sur de la Península Ibérica “pueden convertirse en el Róterdam del futuro".
"Que España se convierta en un paraíso de las energías limpias depende de nosotros", ha dicho Maarten Wetselaar, pero también de Bruselas. Para producirlas también hacen falta permisos, y por eso insta a todos los organismos públicos, europeos y nacionales, a facilitar el despliegue de las nuevas plantas energéticas y de las conducciones para trasladarlas: "necesitamos sol, viento y permisos".
En su opinión los fondos europeos son una oportunidad para dar este impulso pero también considera imprescindible que haya unas normativas adecuadas para poder avanzar sin trabas en la expansión del hidrógeno verde y de los biocombustibles.
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