España se encuentra entre los países de la Unión Europea donde el tipo máximo del impuesto sobre la renta de las personas físicas es más alto tras la subida aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en diciembre de 2011, que seguirá en vigor hasta 2015, según anunció la semana pasada el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
España supera ampliamente la media de la UE, que está en el 38,3%, y aplica un tipo máximo más alto que el de Alemania (47,5%), Francia y Reino Unido (45%) o Italia (43%). Los países con tipos más bajos son Bulgaria (10%), Lituania (15%), Hungría y Rumanía (16% cada uno).
También el tipo máximo del impuesto de sociedades en España (30% sin aplicar deducciones) supera la media de la UE (23,5%). No obstante, la clasificación la encabezan Francia (36,1%), Malta (35%) y Bélgica (34%), mientras que los Estados miembros con tipos más bajos son Bulgaria y Chipre (ambos con el 10%, aunque la isla deberá subirlo tras el rescate) e Irlanda (12,5%).
En cambio, el tipo general del IVA en España sigue por debajo de la media de la UE (21,3%) incluso tras la subida del año pasado del 18% al 21%. Un total de seis Estados miembros subieron este impuesto en 2012 y sólo Letonia lo redujo. En los últimos cinco años, el tipo general del IVA ha aumentado 1,8 puntos de media en la UE por la crisis y oscila entre el 15% en Luxemburgo y el 18% en Chipre y Malta y el 27% en Hungría y el 25% en Dinamarca y Suecia.
Antes de la subida de tipos del año pasado, España era el Estado miembro de la UE que menos recaudaba por IVA (apenas el 5,4% del PIB en 2011) debido al impacto de la crisis sobre el consumo, según un estudio de la Comisión que todavía no recoge el impacto de los cambios de 2012.
España es además el Estado miembro con impuestos medioambientales más bajos (1,6% del PIB, frente al 2,4% de media comunitaria).
En total, la recaudación por impuestos indirectos ascendió en 2011 al 10,2% del PIB, la más baja de la UE. Los ingresos por impuestos directos se situaron en el 9,9% del PIB, en la parte media del ranking comunitario.
No obstante, mientras la recaudación por IRPF se mantiene estable en torno al 7,4% del PIB, el informe de Bruselas registra una continua caída de la recaudación por el impuesto de sociedades desde el 4,8% del PIB en 2007 a sólo el 1,9% en 2011 (mientras que en la UE bajó del 3,3% al 2,5% pero se mantiene estable desde 2009).
En cambio, las contribuciones sociales se han mantenido estables en torno al 12,1%, con la mayor parte de la carga (8,5%) sobre los empresarios.
En total, los ingresos fiscales de España cayeron más de cinco puntos debido a la crisis, desde el máximo del 37,1% del PIB en 2007 hasta el 31,4% en 2011. En contraste, la caída en el conjunto de la UE ha sido mucho más limitada (0,6 puntos), por lo que España está ahora 7,4 puntos por debajo de la media de la UE (38,8%).
La presión fiscal más alta se registra en Dinamarca (47,7% del PIB), Suecia (44,3%), Bélgica (44,1%), Francia (43,9%), Finlandia (43,4%), Italia (42,5%) y Austria (42%). Mientras que los países con menos impuestos son Lituania (26%), Letonia (27,6%), Rumanía (28,2%), Eslovaquia (28,5%) e Irlanda (28,9%).