A pesar de ello, la OCDE, que reúne a los países más industrializados del mundo, recuerda algunas asignaturas pendientes, como la alta tasa de paro juvenil, que sigue por encima del 50 por ciento, y la temporalidad de los contratos.
Recomienda mejorar la supervisión de los parados por parte de los servicios públicos de empleo. La OCDE asegura que la tasa de paro bajará del 20 por ciento el año que viene, una línea que se sobrepasó hace ya cinco años, en 2010.
La organización alerta de tasas de paro todavía elevadas en buena parte de sus países que se reabsorben muy lentamente pese a la recuperación, en particular con un desempleo de larga duración que se enquista y una precariedad que se ceba en los jóvenes y amenaza con afectar a toda su carrera.
Este es uno de los principales mensajes del informe de Perspectivas del Empleo que calcula que la tasa de paro pasará del 7,1 % en el cuarto trimestre de 2014 (1,6 puntos más que al inicio de la crisis) al 6,5 % al finalizar 2016.
Alrededor de 42 millones de trabajadores carecían de trabajo en sus 34 países miembros el pasado mayo, lo que significa 10 millones más que antes de que estallara la crisis.
La situación era muy contrastada, ya que mientras en la zona euro se mantenía por encima del 11 % (y por encima del 20 % en Grecia y España) en Estados Unidos se había situado por debajo del listón del 6 % y por debajo del 4 % en Japón, Corea del Sur y Noruega.
Los autores del estudio destacaron que un tercio de los desempleados (15,7 millones en total) llevan más de un año en esa situación, el 57 % de los cuales, más de dos años, y que ese colectivo, en el que predominan las personas con baja cualificación, se ha incrementado en un 77,2 % desde finales de 2007.