Comemos peor de lo que pensamos

Pensamos que lo estamos haciendo bien, que comemos de una forma equilibrada pero no es así. Un estudio lo confirma: el nivel de nuestra dieta no es el aceptable. Hay un exceso de consumo de bebidas refrescantes, además de consumir demasiado alcohol al día.

La situación económica ha cambiado los hábitos de compra en un 75 por ciento de los consumidores. Ahora somos cazadores de ofertas. Se tira menos comida a la basura. Se puede decir que hay más conciencia de lo que cuestan las cosas. Una situación que se nota en nuestras carteras, dedicamos menos dinero al carrito de la compra.

¿Y cómo decidimos nuestro lugar de compra?. Que criterios seguimos. Los factores que influyen en este asuntos son tres: la calidad, el precio y la cercanía.

Según este estudio los consumidores reclaman un etiquetado más claro. La etiqueta ideal es sencilla, con letras grandes y con palabras menos técnicas.