Acuicultura

La acuicultura: el suministro de pescado sostenible, local y a buen precio

Ante la carestía de la cesta de la compra, muchos hogares se aprovisionan ya de cara a la Navidad antes de que los precios se disparen aún más... Uno de los productos estrella es el pescado, del que los españoles somos los cuartos consumidores mundiales y una alternativa muy saludable y económica son los peces de acuicultura.

Criados en España y con garantía total de trazabilidad son tres veces más baratos que los salvajes.

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España es líder europeo en acuicultura. Pero no sólo de mejillón, también de lubina, de dorada, de la trucha arco iris, de esturión, en definitiva, de las especies de pescado de mar y de río más consumidas en nuestro país.

"Justo esta semana, la población mundial alcanzaba los ocho mil millones de habitantes, y va a seguir creciendo. Por tanto, el poder disponer de alimentos, no sólo con valor gastronómico, sino también con el valor nutricional y asequible para toda la población, es un activo de enorme potencial", afirma Javier Ojeda, Director Gerente de APROMAR, organismo que agrupa a los criadores españoles.

Carlota González, CEO de Riverfresh, señala que la cercanía, evidentemente reduce los costes, y sobre todo o más destacable es la frescura del pescado que vamos a consumir, son los factores más importantes cuando se escoge acuicultura.

Así son las instalaciones

Visitamos uno de los laboratorios donde Virginia Sancha, directora técnica de esta empresa riojana, nos muestra las cualidades que un buen ejemplar debe tener: "Para ello miramos la calidad de la agalla, el color, el ojo y la firmeza de la carne. Nada que envidiar al salmón de Noruega".

Instalaciones acuícolas como la que visitamos en Bobadilla, en la Rioja, y se puede ver en el vídeo de la parte superior son fundamentales para el medio rural ya que son lugares donde es difícil encontrar empleo. Esta actividad da trabajo a más de 65.000 personas en toda España. Pero además de para fijar población la acuicultura es muy importante ya que se garantiza la limpieza de los ríos y la incorporación de especies en vías de extinción.

"Nosotros no gastamos el agua. Sólo hacemos uso del agua y lo devolvemos al río en mejores condiciones que podemos", nos asegura Joan, trabajador de la planta encargado de alimentar a las truchas arco iris que se crían en esta instalación que se nutre de las aguas del río Iregua.

Agua, que tras ser depurada por bacterias y biofiltros, regresa al cauce -según nos aseguran- en iguales e incluso en mejores condiciones que cuando entró.

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