Tenis
El consejo de Nadal a Lamine Yamal: "Que sea lo suficientemente inteligente para escuchar lo que no quiere"
El extenista repasa su carrera un año después de su retirada y reflexiona sobre su legado, la influencia de su tío Toni, su relación con Federer y Djokovic y la nueva etapa que afronta en su vida.

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Un año después de anunciar su retirada, Rafa Nadal ha hecho balance de su carrera y de su vida fuera de las pistas en una entrevista en 'Universo Valdano' de Movistar. El campeón de 22 Grand Slams repasó sus recuerdos, su vínculo con Roland Garros, el papel de su familia y entrenador en su formación, y su visión sobre el futuro del deporte y los jóvenes talentos.
Roland Garros, su récord más especial
El balear reconoció que París fue el escenario más importante de su carrera. "Roland Garros, lo que he vivido allí es difícil de comparar con cualquier otro lugar. Esa historia se ha ido construyendo desde el 2005 sin pensar en el más allá, en el año a año, día a día. Para mí es el récord más importante que tengo, el más especial. Se tienen que dar muchas circunstancias para ganar otra vez catorce Roland Garros; en mi caso se han dado", dijo.
"No soy supersticioso"
Nadal habló sobre sus rituales y manías en pista, que durante años llamaron la atención de los aficionados: "En realidad no soy supersticioso. Contrariamente a lo que se pueda pensar no tengo rituales ni rutinas. Eso se quedaba en la pista. Pero desgraciadamente necesitaba eso en la pista para mantener el nivel de concentración", explicó.
"El tenis te va exigiendo momentos que te come, compites cada día pensando que por la noche puedes estar de vuelta y eran unas rutinas que te hacen sentir cómodo y yo las necesitaba. Intenté disminuirlas porque cuando me veía por televisión no me gustaba, pero realmente no me iba mal. Me daba seguridad y la opción de estar centrado en lo que hacía. Sabía lo que tenía que hacer en cada momento al entrar en la pista", añadió.
"He ganado en tranquilidad"
El exjugador afirmó que ha aprendido a disfrutar de una vida más calmada: "He ganado en tranquilidad en el sentido de que alguna manera no sientes la responsabilidad de antes. A nivel personal todo eso te desgasta y no eres todo lo feliz que deberías ser. Soy un superafortunado. Lo malo es que se ha terminado una etapa excepcionalmente bonita para mí. Se ha ido algo que me ha apasionado: competir a alto nivel. Esa adrenalina se queda ahí para siempre", destacó.
Su adiós a las pistas
Sobre su retirada, Nadal explicó que tomó la decisión en paz consigo mismo. "Estaba preparado, sí. Porque apuré mis opciones hasta el final. Y el hecho de haber apurado todas las opciones reales que tenía me dio el convencimiento de terminar en paz y convencido de que era la decisión que tenía que tomar. El tanque estaba al límite", aseguró.
"No guardo ningún mal recuerdo sobre esta etapa. Gente dice que debería haberlo dejado antes, no tenía sentido el final y para mí sí lo tenía porque uno tiene que actuar en consecuencia como uno es como persona. Apuré mis opciones hasta que ya no había, porque me gustaba mucho lo que hacía. Me retiré porque el cuerpo no me daba para más pero me gustaba lo que hacía", añadió.
"Llevé mi carrera al límite"
El mallorquín se mostró satisfecho con su trayectoria: "Me fui con la sensación de haber dado hasta la última gota. Llevé mi carrera al límite. Lo más lejos que podía llevarla".
Recordó la influencia del deporte en su entorno familiar: "Mi familia siempre fue apasionada del deporte. Mi tío jugó al fútbol, otro en Segunda B, otro, Toni, fue mi entrenador y jugaba tenis. Crecí en un ambiente deportivo. El menos deportista era mi padre, que era el más apasionado del deporte como seguidor. He vivido en ese ambiente desde pequeño".
"El trabajo es lo más importante"
Nadal reflexionó sobre los valores que le guiaron durante su carrera. "Puedes tener el mayor talento del mundo y en un deporte como el mío, como el tenis, necesitas capacidad de trabajo y disciplina. El talento da un extra, pero una parte muy importante es el trabajo", subrayó.
"Con pasión y la determinación adecuada todo es menos complicado. Si no eres un apasionado es difícil sortear las dificultades que te pone la vida. Si no eres determinado ni apasionado para sobrevivir a todo eso, es muy difícil llegar", añadió.
Los sacrificios que hizo
El manacorí aseguró sentirse afortunado de haber disfrutado su carrera: "Los sacrificios son cuando haces cosas que no quieres hacer. Yo he hecho grandes esfuerzos pero no sacrificios porque he hecho algo que he querido hacer. He tenido una vida equilibrada", explicó.
"El éxito, con normalidad. Con una buena base se puede. Mi éxito mediático llegó en 2004, cuando ganamos la Copa Davis en Sevilla, pero al final puedes tener un éxito grande, mundial o más local. Yo siempre fui campeón de Mallorca, de España, de Europa... Mi evolución estuvo siempre ligada más o menos a tener éxito entonces cuando llegó el éxito de verdad, grande, me sentía preparado", añadió.
"Debo mucho a mi tío Toni"
Nadal recordó el papel fundamental de su entrenador y mentor, Toni Nadal: "Debo mucho a mi tío. Me hizo ser una persona enfocada. Me obligaba a estar con intensidad, disciplina y atención en cada entrenamiento. Me dejé ayudar por las personas que tenía a mi alrededor", explicó.
También reconoció su autocrítica constante: "El más crítico conmigo mismo fui yo. El que se ponía el listón más alto", señaló.
La clave de sus remontadas
Sobre su capacidad para remontar partidos imposibles, Nadal confesó: "La gente piensa que yo creía y creía en muchos partidos. Pero lo que no hacía era dejarme ir. Estaba perdiendo y pensaba que iba a perder pero eso no evitaba que lo intentara, buscaba soluciones permanentemente", dijo.
"Lo que más me hubiera molestado es haber vuelto a casa con la sensación de no haber dado todo hasta el final. Buscaba soluciones más que pensar en el resultado", añadió.
Relación con Federer y Djokovic
Nadal habló también de su relación con Roger Federer y Novak Djokovic. "Al final nos conocemos todos. Cuando juegas contra alguien que sabes que tienes que luchar hasta el final, que tienes que hacer sentir al rival que te tiene que ganar", comentó.
"Hemos terminado nuestras carreras y podemos ir a cenar juntos sin problema. Hemos competido al máximo nivel por las cosas más importantes, con rivalidades marcadas pero que se han quedado en la pista", aseguró.
Contribución a nuevas generaciones
El exnúmero 1 destacó el ejemplo que él, Federer y Djokovic dejaron para las nuevas generaciones: "Hemos contribuido nosotros a que las nuevas generaciones puedan ser un competidor feroz sin odiar al rival", afirmó.
"Copiar es lo más fácil. Uno tiene que mirar a las personas que hacen las cosas mejor que tú. En nuestra época el que más Grand Slam tenía era Pete Sampras con catorce. Al ser tres nosotros no había hueco ni margen para la relajación y la exigencia era máxima", añadió.
"No tengo ningún tipo de ambición en un puesto o cargo"
Nadal aseguró que no se plantea ocupar cargos en el futuro: "No tengo ningún tipo de ambición en un puesto o cargo. Soy feliz donde vivo. Estoy aprendiendo muchas cosas y dedicándome a cosas que no podía dedicarme antes", explicó.
"He sido afortunado porque he sido bien tratado por la afición, por el rival, por la prensa en general. El tenis me ha dado la oportunidad de viajar, de vivir experiencias y estoy agradecido a este deporte y a la vida", expresó.
Su consejo a Lamine Yamal
El balear también quiso lanzar un consejo a Lamine Yamal, joven promesa del FC Barcelona. "Que se rodee de gente que le ayude, gente que quiera lo mejor para él. Espero que él sea lo suficientemente inteligente para escuchar las cosas que a veces los personajes de éxito no queremos escuchar", advirtió.
Sobre la situación entre Xabi Alonso y Vinícius, Nadal opinó: "Creo que se arregla hablando, desde el entendimiento. Vini tiene que entender quién es la autoridad y respetarla, y también al club, por lo que representa ser jugador del Real Madrid", indicó.
"Ser presidente del Real Madrid sería un reto bonito"
Por último, Nadal no cerró la puerta a un futuro vinculado al club blanco: "Me lo preguntan habitualmente y respondo lo mismo: ahora no le conviene al club, porque tienen al mejor. A nivel conceptual, si me preguntan si quiero ser presidente del Madrid digo 'pues claro que sí, ¿por qué no?'. Sería un reto bonito, motivacional y excitante para mí", concluyó, aunque admitió que lo ve "lejano y difícil".
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