Rally solidario

Un rally de todoterrenos recorre 4.500 km para los más necesitados en Marruecos

El objetivo del gallego Roberto López era llegar a las zonas de Marruecos menos conocidas, las que no son turísticas, donde hay pobreza y ni siquiera tienen agua y luz.

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El pontevedrés Roberto Vergutini recorrió kilómetros durante el puente de la Constitución para entregar material escolar, juguetes y artículos de higiene a los más necesitados. Junto con otros compañeros, recorrió 4.500 kilómetros por Marruecos para repartir ayuda humanitaria a los poblados más desfavorecidos. En su todoterreno transportaba juguetes, material escolar, productos de higiene y ropa que consiguieron gracias a grupos de amigos.

"Hicimos 1.000 kilómetros a Tarifa, 2.500 de rally por Marruecos y luego la vuelta", explica Roberto Vergutini.

Rally de todoterrenos para llegar a los rincones con más pobreza

Se llama Roberto López, aunque es más conocido como Bobby Vergutini, es un empresario de Pontevedra que decidió recorrerse Marruecos en un todoterreno desde el desierto a la cordillera marroquí en el Alto Atlas. Asegura que se sentía como un auténtico Papá Noel repartiendo regalos, porque además era diciembre antes de Navidad. Repartía material escolar, juguetes, ropa, artículos de higiene para niños y las familias más necesitadas.

"Teníamos que tener mucho cuidado, las ceras se las comían como gominolas, los cepillos los enterraban...", indica Vergutini.

"Es indescriptible, ves la cara de los niños, el brillo de sus ojos... parecíamos los Reyes Magos o Papá Noel", recuerda Roberto Vergutini.

Los rallies han llegado a lugares donde viven sin agua y luz

Ha recorrido 4.500 km ayudando a los demás, desde Tarifa donde empezó la expedición solidaria. Pero detrás de todas las buenas acciones hay un duro trabajo y no siempre es fácil alcanzar el objetivo, aunque lo consiguió porque no lo hizo solo, como él un equipo de personas de varias partes de España que se unieron a a este rally solidario.

Vivieron como nómadas durante la expedición

Ellos hacían solidaridad pero también la recibían, dormían en diferentes lugares como si fueran nómadas como los bereberes que salían debajo de las piedras; grupos pertenecientes a un conjunto de etnias autóctonas de África del Norte que salían debajo de las piedras, también dormían en jaimas o tiendas de campaña allá por donde iban.

Pero pese a cualquier contratiempo, lo mejor es ver la cara de felicidad de los niños que recibieron la ayuda como si fueran regalos de Navidad y las sonrisas de las familias. Aseguran que es una sensación indescriptible y que por eso tienen idea de repetir esta aventura solidaria.

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