Kevin Gameiro celebra uno de sus goles ante el Basilea

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VUELTA OCTAVOS EUROPA LEAGUE | SEVILLA 3-0 BASILEA

El Sevilla sentencia la eliminatoria ante el Basilea en 45 minutos y avanza a cuartos de final

El Sánchez Pizjuán dictó sentencia y el Sevilla cerró su pase a cuartos de final de la Europa League en una gran primera parte, en la que logró el 3-0 definitivo, con dos goles en menos de dos minutos. El Basilea no pudo más que asistir al empuje sevillista y fue muy inferior al vigente campeón del torneo. Rami marcó el primer gol de la noche y Kevin Gameiro completó la victoria con un doblete.

El Sevilla, vigente campeón de la Liga Europa, cerró su pase a los cuartos en la primera parte, en la que logró un contundente 3-0 que contrarrestó el empate sin goles de la ida en el campo del Basilea suizo, con lo que el conjunto español sigue con paso firme en su idea de revalidar el título. Los sevillistas, que tienen cuatro títulos de campeón de este torneo, celebraron su partido 150 en competiciones europeas, de los que ha ganado ochenta, con el pase a los cuartos ante un rival que fue netamente inferior y que vio como el adversario ya suma diecisiete victorias seguidas entre todas las competiciones en su inexpugnable Sánchez Pizjuán.

El entrenador del conjunto helvético, Urs Fischer, presentó en el campo hispalense al mismo equipo que hace una semana le plantó cara en el St. Jabob Park a los de Unai Emery, con la sola novedad por obligación de la entrada del central danés Daniel Hoegh por el argentino Walter Samuel, quien tenía que cumplir sanción. Sorprendió que el técnico suizo no sacara desde el inicio a uno de sus referentes en ataque, Breel Embolo, que no pudo jugar en Basilea también por sanción, aunque quizá prefirió disponer de un equipo algo mas defensivo y darle el premio a los de la ida.

Emery, por su parte, no tenía demasiadas opciones con las lesiones de los extremos Víctor Machín 'Vitolo' y el ucraniano Yevhen Konoplyanca y el centrocampista francés Steven N'Zonzi, quien además también estaba sancionado, y además no quiso forzar la reaparición desde el inicio del medio polaco Grzegorz Wrychowiak tras seis semanas lesionado. Con ello, el guión del partido fue el previsto, con el equipo sevillista dominador y un rival a verlas venir para aprovecharse en alguna contra.

Pronto el meta checo Tomás Vaclik vio como se acercaban y el delantero francés Kevin Gameiro a los cinco minutos tuvo la primera para continuar otra buena acción del argentino Éver Banega y José Antonio Reyes y un remate del danés Michael Krohn-Dehli. El Basilea confío en no perder la compostura con el discurrir del encuentro con un empate a cero que siempre le daba opciones en la eliminatoria y eso propició que en algunas fases el Sevilla pecara de precipitación en su ansía de abrir el marcador.

Un sinfín de saques de esquina se sucedieron en la primera parte sin demasiada fortuna para la formación andaluza hasta que, a los 35 minutos, el central francés Adil Rami culminó uno con un complicado cabezazo que entró no antes de dar en la cepa del poste. No se hizo esperar la respuesta suiza, pues a los pocos minutos el joven meta de la cantera David Soria evitó con una gran parada el empate tras cabezazo de Hoegh Steffen a la salida de un córner.

Esa acción, no obstante, fue una jugada aislada ante la portería del madrileño, ya que el Sevilla se fue al descanso con otros dos tantos, ambos de Gameiro, el primero tras una gran jugada de Reyes y el segundo tras un doble remate del galo, quien sumó su vigésimo primer tanto en lo que va de esta campaña entre todas las competiciones y se reivindicó ante su seleccionador, Didier Deschamps, quien no lo ha convocado para los próximos amistosos. El castigo fue grande para el Basilea, que en la segunda parte tenía que marcar tres goles y que el Sevilla no lo hiciera para estar el viernes en el bombo de los cuartos.

Los de Emery, que tuvo que sustituir pronto a Krohn-Dehli por lesión, bajaron el ritmo de su presión y se dejaron por momentos dominar por el rival para no desgastarse más físicamente ya que la eliminatoria estaba sentenciada. La suficiencia de los locales, que también acabaron con su portero lesionado, llegó a desesperar al rival, que entregó el partido con muchos minutos por delante y con ganas de que acabara el suplicio tras acabarse la ilusión de acercarse a una final que en esta edición se disputa en su estadio.

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