El trofeo del Giro de Italia.

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POCA PRESENCIA ESPAÑOLA

Quintana y Nibali, favoritos en un Giro de Italia marcado por la tragedia de Scarponi

El Giro de Italia vuelve a arrancar un año más con la tragedia de la muerte de Scarponi en la mente de todos los corredores. Nairo Quintana es el gran favorito de una de las grandes vueltas del ciclismo, en la que Vincenzo Nibali intentará retener su corona de campeón.

El Giro de Italia empieza en Alguero, en la isla de Cerdeña, claramente marcado por la ausencia del recientemente fallecido Michele Scarponi y por ser la edición número 100 de una ronda italiana en la que Nairo Quintana (Movistar) parte como uno de los favoritos, junto al vigente campeón Vincenzo Nibali (Bahrain Merida) o Mikel Landa y Geraint Thomas (Sky).

Quintana abre en este Giro el doble reto que se ha marcado uno de los líderes del Movistar para este año, que no es otro que intentar ganar la ronda italiana y hacer el doblete con el Tour de Franica. Un objetivo ambicioso dado que en este Giro el colombiano se medirá no solo a sus rivales sino a dos contrarreloj, la última para cerrar en Milán el recorrido, que podrían mermar sus posibilidades.

Este Giro, montañoso como siempre y fiel a la etapa reina del Mortirolo, Stelvio y Umbrailpass, en la decimosexta jornada, o al paso por los Dolomitas, tiene a varios primeros espadas del pelotón dispuestos a inscribir su nombre en la historia de la ronda italiana ganando el '100 Giro d'Italia'.

El primero conoce de sobra la carrera, pues Nibali es el vigente campeón y con su nuevo equipo, el Bahrain Merida, creado entorno a él confía en revalidar su corona.

Quintana y Valverde, favoritos

Todo ello con el permiso de un Nairo Quintana que a sus 27 años busca dar un paso adelante en su carrera. Ganador del Giro 2014, no ha vuelto a participar desde entonces y este año prescindirá, de momento, a la Vuelta a España para afrontar el centenario del Giro con garantías de luchar hasta el final.

De momento el colombiano ha ganado este año la Volta a la Comunitat Valenciana y la Tirreno-Adriatico, en la que además se llevó la cuarta etapa, demostrando en territorio transalpino sus credenciales y aspiraciones para este Giro. Menos carreras, más entrenamiento y mente fresca para afrontar una carrera en la que Nibali parte, es cierto, con un mayor favoritismo.

No estará Fabio Aru, el lesionado líder del Astana, así que los 'tiffosi' tienen claro que el 'Tiburón' es su hombre a seguir. Pero no estarán solos, ya que habrá jóvenes empujando por detrás ya sea con cierta experiencia ya en el Giro, como Bob Jungels (Quick-Step Floors) --sexto el año pasado--, o sin ella, como Adam Yates (ORICA-Scott) --cuarto en el último Tour de Francia--.

Otros nombres a seguir serán los de los italianos Domenico Pozzovivo (AG2R La Mondiale) o Dario Cataldo (Astana), el estadounidense Tejay Van Garderen (BMC), los galos Pierre Rolland (Cannondale) o Thibaut Pinot (FDJ), el ruso Ilnur Zakarin (Katusha) o los de los holandeses Bauke Mollema (Trek), Tom Dumoulin (Sunweb) o Steven Kruijswijk (LottoNL-Jumbo), cuarto en el pasado Giro.

Un Giro en recuerdo de Scarponi

La gran baza española será la de Mikel Landa, 'a priori' jefe de filas del potente Team Sky aunque la presencia de Geraint Thomas hace presagiar una lucha interna.

El británico, escudero de Chris Froome en el Tour de Francia, se planta en el Giro para ayudar a Landa o para liderar al equipo si sus piernas responden mejor. Será su tercera participación en la 'Corsa rosa' mientras que Landa, tercero en 2015, abre su cuarto Giro dispuesto a olvidar el abandono del año pasado.

La gran ausencia, más allá de la conocida lesión de Fabio Aru que le impedirá un año más luchar por 'su' Giro de Italia, será la de Michele Scarponi, fallecido el pasado 22 de abril a sus 37 años en un accidente de tráfico mientras entrenaba.

El italiano será homenajeado tanto por el Astana, que no cubrirá su hueco en la escuadra, como por el propio Giro, que ha dado al paso por el mítico Mortirolo su nombre en la nueva Cima Michele Scarponi. Además, están previstos minutos de silencio al inicio del Giro y en el podio final en Milán.

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