Restauración

Una pasta especial salva la piedra milenaria de la ermita de A Lanzada

El método que emplean los restauradores retira las sales y frena la erosión de este templo del siglo XII.

La ermita de A Lanzada

La ermita de A LanzadaAntena 3 Galicia

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Quienes la han visitado saben que la ermita de A Lanzada, en Sanxenxo, es un enclave paradisíaco pero muy azotado por la fuerza del mar, las inclemencias del tiempo y la humedad del ambiente. Son los elementos contra los que este templo lucha desde hace siglos y son, también, los causantes de su grave deterioro.

Es por eso que se ha puesto en marcha un plan, desde la Consellería de Cultura, para conseguir restaurar la ermita y devolverle un aspecto saludable. De ello se encargan los arqueólogos y canteros de la empresa Parteluz. "Llevamos trabajando desde junio con una pasta especial para reducir la salinidad, evitar que se erosione la piedra e impedir las filtraciones de agua. Ya estamos casi terminando", explica Uxía Aguiar.

La pasta que salva la ermita

Los que pasen estos días por el templo podrán comprobar cómo está recubierto de una pasta blanca. Se trata de una sustancia de celulosa, mezclada con arcilla y con agua desmineralizada. "Este compuesto permite reducir la salinidad que proviene del mar y que está erosionando el templo". Y parece que lo están consiguiendo. Cuando comenzaron los trabajos se midió la cantidad de sal que contenían las piedras de la ermita, un total de 2.500 microsiemens, "eran unos valores muy elevados", y en estos momentos la cifra se ha reducido hasta los 100 microsiemens.

Con esta pasta no se recupera el volumen de la piedra pero sí la cohesión de la misma, impidiendo que el agua pueda penetrar dentro del templo. Pero queda, todavía, luchar contra otro elemento. El viento, que azota fuertemente la zona, arrastra la arena de la playa y afecta también a la estructura. Sin embargo, contra este hecho no existe solución. Se espera, eso sí, que la reducción de la salinidad haga disminuir también la cantidad de arena que quede en la piedra de este templo.

Una parada obligada si tienen oportunidad de pasear por las Rías Baixas y, además, en pocos días con el mejor aspecto que puede ofrecer la ermita de A Lanzada.

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