Las mesas de un restaurante japonés en Canarias son modelos que hacen de bandejas vivientes. Sobre sus cuerpos desnudos todo un festín de delicias japonesas, es el body-sushi. Una clienta le ve otro lado positivo: "Me parece tan sensual eso, el cuerpo del chico". Aquí hay que tener algo más de cuidado con los palillos.
La idea surgió porque los 36 grados de temperatura corporal de los modelos dicen que es la clave de este arte culinario. Otro cliente explica que "con la temperatura que coge el sushi estando en contacto con el cuerpo, parece que es la temperatura ideal".
Tras las decoraciones florales se esconden las partes íntimas de los modelos, pero a nadie se le escapa que esto del body-sushi puede tener su lado picante. Para otra comensal es "un festín primero gastronómico y luego que termine en un festín personal".
Para los comensales es una experiencia gastronómica distinta y para los modelos un ejercicio de concentración. El modelo expone que "sólo mantener la posición ya es un reto y hacer algo completamente diferente es otro". La modelo, por su parte, añade que "si te pones a mirar esto realmente es bastante artístico, el juego de las flores y las hojas".
El 'body-sushi' se practica desde hace siglos en Japón. Dicen que es la unión de los sentidos y transforma la cena en una experiencia única.
