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LA VIRGEN BLANCA

La bajada del Celedón da comienzo a las fiestas de Vitoria

Como todos los 4 de agosto el aldeano que encarna el espíritu de las fiestas de la capital alavesa no ha faltado a su cita a las seis de la tarde y ha iniciado su descenso desde el campanario de la iglesia de San Miguel después del lanzamiento de chupinazo que ha desatado la alegría de los miles de personas que abarrotaban la plaza de la Virgen Blanca.

Varias decenas de miles de vitorianos han recibido este domingo al mítico Celedón, al que han "investido", por aclamación, como jefe de la fiesta y del jolgorio para los próximos cinco días en los que Vitoria celebra sus fiestas patronales en honor a la Virgen Blanca.

Como todos los 4 de agosto el aldeano que encarna el espíritu de las fiestas de la capital alavesa no ha faltado a su cita a las seis de la tarde y ha iniciado su descenso desde el campanario de la iglesia de San Miguel después del lanzamiento de chupinazo que ha desatado la alegría de los miles de personas que abarrotaban la plaza de la Virgen Blanca.

Una vez que el muñeco ha llegado al otro extremo de la plaza, ha aparecido el Celedón de carne y hueso que ha completado a pie el mismo trayecto, pero a la inversa, y ha vuelto al lugar desde donde se ha lanzado el cohete por parte de tres cooperantes sanitarios, a los que la ciudad ha querido agradecer su trabajo solidario en lugares como Bolivia y la República de Benín. Gorka Ortiz de Urbina, que encarna la figura de Celedón desde hace ya 19 años, ha sido recibido por el alcalde de la ciudad, Gorka Urtaran, a quien le ha anudado el pañuelo festivo al cuello, después de unos momentos de descanso tras la ingente tarea de atravesar los 115 metros de recorrido entre una masa enfervorizada que quiere tocarle porque la tradición dice que si lo consigues tendrás éxitos amatorios.

Se ha dirigido a las miles de personas que han abarrotado la plaza para desearles unos buenos días y que se diviertan con "respeto", especialmente hacia las mujeres. "Recordad: no es no", ha gritado.

El alcalde también ha deseado que los vitorianos y visitantes celebren las fiestas "con elegancia y respeto" y se ha mostrado convencido de que el "espectacular ambiente" vivido hoy seguirá hasta el próximo viernes igual. En la balconada de la iglesia de San Miguel se han congregado como es habitual numerosos representantes institucionales, y de los ámbitos político, social y cultural.

Se ha vivido un pequeño momento de tensión después de que la Policía Local descolgara una gran pancarta en favor de la independencia del País Vasco y de que otros jóvenes intentaran colocar una bandera de España, pero el incidente no ha pasado de ligeros empujones.

A partir de ahora, Vitoria acogerá numerosos actos festivos para públicos de todas las edades y gustos hasta el próximo viernes en el que, ya de madrugada, Celedón volverá a la torre de la iglesia de donde ha bajado hoy para esperar a volver a desatar esta locura festiva el 4 de agosto de 2020.

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