Arte contemporáneo

El artista italiano Salvatore Garau vende una escultura invisible por 15.000€

La milanesa casa de subastas Art-Rite se ha hecho con la obra inmaterial de Garau, quien ha entregado un certificado de garantía, sellado y firmado para que así constituya el único elemento tangible existente.

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La cultura es uno de los mundos más cambiantes que existen. En concreto, el auge del arte contemporáneo ha transformado la forma en la que conocíamos el arte, ya que hoy en día puede llegar a primar más el concepto que el propio objeto. Es aquí donde se encuentra uno de los hechos más sorprendentes de los últimos años: el artista italiano Salvatore Garau ha vendido una escultura inmaterial por un valor de 15.000 euros.

En las últimas horas, la obra 'Io sono' ('Yo soy') ha copado la atención de todos después de que la milanesa casa de subastas Art-Rite se hiciera con ella. La última excentricidad de Garau se ha entregado al comprador de la pieza con un certificado de garantía, sellado y firmado por el propio artista, para que así constituya el único elemento tangible existente.

Una realidad fascinante

En el fondo, una escultura inmaterial no es otra cosa que la nada, en términos tangibles, más allá del certificado expedido por Garau. El artista de Cerdeña lo que busca con sus obras es mostrar que el vacío es un espacio lleno de energías y posibilidades positivas y negativas y que no lo podamos ver no significa que no posea una realidad fascinante en la que se acumulan los hechos.

Salvatore Garau no busca convertir sus trabajos inmateriales en una forma de engañar a ningún coleccionista que busca notoriedad a través de la adquisición de las últimas obras del mundo del arte.

Una novedad vintage

Es un claro ejemplo de oxímoron, pero esta novedad tiene cierto carácter vintage. Las obras de arte inmateriales de Salvatore Garau recuerdan a las del francés Yves Klein, quien entre 1959 y 1962 realizó obras de arte conceptual en su 'Transferencia de una Zona de Sensibilidad Pictórica Inmaterial'. En ellas, ofrecía a los interesados adquirir una "zona inmaterial" a cambio de una cantidad previamente acordada, la cual la mitad el propio artista la tiraba al río Sena.

Los métodos de ambos artistas presentan sus semejantes, ya que Yves Klein documentaba el intercambio con fotografías, lo realizaba en presencia de dos testigos y otorgaba un certificado de autenticidad. La diferencia principal reside en que Salvatore Garau ha realizado la compra-venta a través de una casa de subastas, lo que añade un carácter más oficial a la transacción.