#*ConCienciaA3N
Entrar en el corazón sin abrirlo
Un equipo del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo ha marcado un hito en España al extirpar un tumor cardíaco a través de un catéter, evitando la cirugía de corazón abierto.

Publicidad
Pongámonos en una situación crítica. El paciente recibe un diagnóstico difícil de asimilar. Se enfrenta a un tumor en el corazón y surgen mil dudas. La primera: "¿Podrán operarme?" La cirugía cardíaca, asociada durante décadas a grandes incisiones en el tórax y largas recuperaciones, parece un horizonte ineludible. Sin embargo, la innovación tecnológica empieza a cambiar esta ecuación.
En el 75% de los casos, los tumores cardíacos son benignos. Pero su sola presencia genera alarma y miedo. La pregunta que se abre es clara: ¿Puede extraerse un tumor en el corazón sin necesidad de abrir el pecho?
Una vía menos invasiva
La respuesta la ofrece la cardiología intervencionista, un área que crece gracias a nuevos dispositivos diseñados para reducir la agresión al paciente. El Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (CHUVI) ha logrado este año un punto de inflexión al extraer un tumor cardíaco por primera vez en España utilizando un catéter de succión que hasta ahora se empleaba para otras finalidades, como la absorción de vegetaciones.
El doctor José Antonio Baz Alonso, jefe de sección de Cardiología Intervencionista del CHUVI, responde a esa gran duda inicial: "Sí, hoy es posible extirpar ciertos tumores del corazón sin necesidad de abrir el pecho. Se realiza habitualmente con anestesia local, aunque en algunos casos recurrimos a anestesia general para que el paciente esté más tranquilo. Conectamos su circulación a una máquina que mueve un gran volumen de sangre y, al mismo tiempo, permite succionar y extraer el tumor".
Cómo se realiza la intervención
El procedimiento es complejo, pero mucho menos invasivo que la cirugía abierta. "Accedemos al corazón a través de punciones en las piernas. Desde ahí avanzamos con dispositivos diseñados para retirar grandes cantidades de coágulos y masas del interior del corazón o de las arterias principales", explica Baz.
La técnica consiste en llegar por la vena femoral hasta la cavidad cardíaca, donde los catéteres aspiran el tumor bajo control ecográfico en tiempo real. Aunque todavía minoritaria, la intervención abre nuevas posibilidades para pacientes que hasta ahora solo podían enfrentarse a una operación a tórax abierto. "Siempre que se trate de tumores no demasiado grandes y que no estén incrustados en el músculo del corazón, podemos retirarlos mediante catéteres. El acceso se hace desde la vena femoral y, con ayuda de la imagen, llegamos hasta la masa para extraerla por succión", añade.
Pacientes de alto riesgo, los principales candidatos
No todos los casos son susceptibles de esta técnica. Los criterios fundamentales son el tamaño, la forma y la localización del tumor. "Está indicada en pacientes con alto riesgo quirúrgico, en quienes una cirugía convencional supondría un peligro excesivo", precisa el cardiólogo.
Riesgos y ventajas
El procedimiento no está exento de complicaciones. "El uso de catéteres de gran calibre puede provocar hematomas en la zona de punción o, en el peor de los casos, que un fragmento del tumor se desprenda y obstruya una arteria", reconoce Baz. Sin embargo, las ventajas son claras. "Si el tumor resulta ser benigno, algo que solo confirmamos tras su extracción, el tratamiento es completo y con una agresión mínima. El contraste con la cirugía abierta es enorme: basta vigilar las punciones en la ingle y, en 48 horas, el paciente recibe el alta", destaca.
La cardiología intervencionista, en auge
Aunque los tumores en el interior del corazón son poco frecuentes, los avances en cardiología intervencionista están ampliando las posibilidades de tratarlos sin necesidad de grandes incisiones. La tendencia apunta hacia procedimientos cada vez menos invasivos, con menos complicaciones y estancias hospitalarias más cortas.
El caso de Vigo supone un hito y abre camino a futuras intervenciones. Cada nuevo dispositivo o técnica que se incorpora amplía el arsenal médico frente a patologías que hace apenas unos años solo podían abordarse con bisturí.
Y, sin embargo, lo más revelador no está en la tecnología, sino en el cambio de escenario que plantea. Donde antes había cicatrices en el pecho y semanas de recuperación, hoy basta una pequeña punción en la pierna y dos días de hospitalización. La medicina vuelve a dar un paso en silencio, casi invisible, hacia un futuro en el que entrar en el corazón ya no exige abrirlo.
Más Noticias
-
La nueva tendencia de cocinar con especies invasoras: ¿solución real o gesto simbólico?
-
La inteligencia artificial, aliada inesperada contra las superbacterias y el descubrimiento de antibióticos
-
El Gregorio Marañón revoluciona la cirugía infantil con una técnica que puede cambiar la vida de bebés con cardiopatías
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
Publicidad