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NUEVAS IMÁGENES DEL DESPEGUE FALLIDO

La nave Soyuz no pudo lanzarse al espacio por un sensor deformado

La investigación del despegue fallido de la nave Soyuz Koroliov apunta a que se debió a la deformación de un sensor durante el ensamblaje del cohete. Poco después de su despegue desde el cosmódromo Baikonur, los dos astronautas que iban dentro tuvieron que aterrizar en Kazajistán.

Tras la investigación del despegue fallido de la nave rusa Soyuz Koroliov del 11 de octubre, se ha descubierto que el accidente se produjo por el fallo de un sensor. El artefacto se deformó durante el proceso de ensamblaje del cohete en la base espacial de Baikonur. Afortunadamente, los dos astronautas que iban dentro pudieron hacer un aterrizaje de emergencia en la estepa de Kazajistán.

En las nuevas imágenes difundidas se puede observar cómo el cohete despega y se eleva por los aires. Hacia el segundo 84, durante la separación de la primera etapa de la nave, uno de los bloques laterales no se separó del cohete.

El jefe de la comisión investigadora, Oleg Skorobogátov, ha explicado en una rueda de prensa que "la causa de la separación no programada (de la primera y segunda etapa del cohete) fue que no se abrió la tapa de la tobera de alejamiento del tanque con oxidante del bloque D, debido a una deformación de la barra del sensor de contacto".

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