Coronavirus

Un estudio concluye que las "células T asesinas" pueden ayudar a prevenir una enfermedad grave del coronavirus

Un grupo de científicos ha demostrado que estas células, denominadas "células T CD8 +", demuestran que son capaces de reconocer todas las mutaciones en las variantes estudiadas y que podrían ayudar a prevenir enfermedades graves.

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Las nuevas variantes del coronavirus preocupan por el desconocimiento de cómo se comportan y la perdida de eficacia en la vacuna que puedan tener. Un nuevo estudio ha demostrado que las "células T" son un factor clave en la respuesta inmune al covid-19. La investigación se publicó en 'Open Forum Infectious Diseases', una revista de la Universidad de Oxford.

Los científicos de los Institutos Nacionales de Salud y de la Universidad Johns Hopkins detallan, a través de un análisis de sangre en personas que había contraído el coronavirus y que se habían recuperado de la infección, que aunque estos glóbulos blancos no son una defensa de primera línea contra los virus, pueden ayudar a prevenir enfermedades graves.

Los investigadores se cuestionaron si estas células, cuyo nombre técnico es "células T CD8 +", podían reconocer tres variantes de SARS-CoV-2: la variante británica, B.1.1.7, la de Sudáfrica, B.1.351 y la de Brasil, B.1.1.248.

Lo que hace que cada una de estas variantes sea única son las mutaciones que llevan, en concreto, mutaciones de la proteína espícula, estructuras que le permiten invadir las células. Los expertos explican que hay algunas mutaciones o cambios en esa proteína que hacen que las variantes sean menos reconocibles para los anticuerpos que tratan de neutralizarlas y que se fabrican a medida para adaptarse a un antígeno o patógeno. En el caso del covid-19, esta es la proteína espícula, a la que se unen los anticuerpos, evitando que el virus infecte las demás células.

Las llamadas "células T asesinas", tratan de buscar signos reveladores de células que ya han sido infectadas con patógenos que han encontrado previamente y luego matan a esas células. Con el nuevo estudio, los científicos encontraron que las respuestas de las células T asesinas permanecían en gran parte intactas y podían reconocer casi todas las mutaciones. Es decir, al actuar como memoria, reconocen la infección y la previenen.

Los expertos detallaron que las células T asesinas son menos susceptibles a las mutaciones en el virus que los anticuerpos neutralizantes, aunque creen que se necesitan estudios más grandes para confirmar los resultados.

Una respuesta de células T asesinas que se activa más tarde y ayuda a eliminar la enfermedad, contribuye a explicar por qué las vacunas parecen ser capaces de prevenir enfermedades graves, aunque su eficacia para detener la infección por variantes se reduce.

Una esperanza ante la propagación de las variantes

El temor a una cuarta ola y la rápida propagación de estas mutaciones –la brasileña contagia hasta 10 veces más rápido- tiene en vilo a muchos países. No se sabe si quiera si las vacunas actuales son capaces de prevenir el contagio por las nuevas cepas.

Por ello, el estudio, aún en fase preliminar, podría simbolizar una ventana de aire fresco ante las escasez de vacunas y la falta de rapidez en el proceso de inmunización colectiva frente al coronavirus. En España ya se han contagiado más de 3,2 millones de personas, con lo que si se cumple esta teoría, podrían sumarse a la lista de inmunizados.

Además, a la tan criticada lentitud se suma también la rapidez de la extensión de estas variantes, lo que obstaculizaba todavía más la carrera contra la COVID-19 en el mundo. La cepa británica ya se ha convertido en la dominante en nuestro país en un momento en el que se ha detectado una nueva mutación del virus en Andalucía.

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