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UN PASO MÁS HACIA LA ROBÓTICA EMOCIONAL

Diego, el primer niño robot que combina neurociencia, visión, psicología y aprendizaje

Diego es el primer proyecto multidisciplinario que incluye robótica, neurociencia, visión, psicología y aprendizaje y que se dirige hacia la robótica emocional. Es lo que se denomina "robótica emocional". El robot ve a la gente, sus gestos, expresiones y, gracias a la inteligencia artificial, aprende de los humanos como haría un bebé.

Es lo que se denomina robótica emocional. Se llama Diego y es el primer proyecto multidisciplinario que incluye robótica, neurociencia, visión, psicología y aprendizaje. Y otro robot, Einstein.  Los dos humanoides tienen 44 articulaciones neumáticas y 27 partes móviles en su rostro que les permiten imitar las expresiones humanas como una sonrisa, enfado, tristeza o sorpresa.

Diego es un humanoide biomimético que nació hace cinco años y ya es capaz de reconocer el tacto humano y de registrar expresiones emocionales con sus cámaras oculares. Mediante sus cámaras de alta definición, observa el mundo, y gracias a una serie de algoritmos aprende de la misma manera en que lo haría un bebé de un año. Empeñados en lograr la mayor realidad posible los científicos dotan a los robots de programas capaces de aprender gestos humanos.

Cada vez son más fieles a nuestra anatomía. Piel de látex, pelo natural y ojos que brillan. Incluso hay alguno que reacciona a las cosquillas. Una apariencia asombrosamente realista que, paso a paso, borra la frontera con la ciencia ficción.

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