Ciencia
Un hombre se deja morder por 200 serpientes para que la ciencia pueda hacer un antídoto con su sangre
A partir del experimento de este estadounidense, los científicos descubrieron anticuerpos capaces de combatir venenos de múltiples especies; un hallazgo que podría allanar el camino hacia un medicamento universal.

Publicidad
La sangre de un hombre estadounidense de 55 años que se inyectó adrede veneno de las serpientes más letales de mundo durante casi dos décadas ha dado lugar a un antiveneno "sin precedentes". Esta es la conclusión a la que llegan los científicos después de estudiar el caso de Tim Friede, un varón que ha soportado más de 200 mordeduras y más de 700 inyecciones de veneno de estos réptiles. "Se ha demostrado que los anticuerpos encontrados en la sangre de Tim Friede protegen contra dosis letales de una amplia gama de especies en pruebas con animales", dicen los expertos.
La misión de 18 años de Friede podría ser un paso significativo para encontrar un antiveneno universal contra todas las mordeduras de serpiente, que matan hasta 140.000 personas al año y dejan a tres veces más necesitadas de amputaciones o con discapacidad permanente.
Este hombre, que muchos tildaron de excéntrico, quería fortalecer su inmunidad para protegerse al manipular serpientes y documentó sus hazañas en YouTube. Al poco, reconoció que había cometido un "error total" desde el principio, cuando dos mordeduras de cobra en rápida sucesión lo dejaron en coma. "No quería morir. No quería perder un dedo. No quería faltar al trabajo", dijo a la cadena BBC.
Lo que pretendía Friede era desarrollar mejores terapias para el resto del mundo, y explicó: "Se convirtió en un estilo de vida y seguí insistiendo y insistiendo tan fuerte como pude, por las personas que están a 13.000 kilómetros de mí y que mueren por mordeduras de serpiente".
El antiveneno
Actualmente, el antiveneno se elabora inyectando pequeñas dosis de veneno de serpiente en animales, como los caballos. Su sistema inmunitario combate el veneno produciendo anticuerpos, que se recolectan para su uso terapéutico. Pero el veneno y el antiveneno deben ser exactamente iguales porque las toxinas en una mordedura venenosa varían de una especie a otra.
Un equipo de investigadores comenzó a buscar un tipo de defensa inmunitaria denominada anticuerpos ampliamente neutralizantes. En lugar de centrarse en la parte de una toxina que la hace única, se centran en las partes comunes a clases enteras de toxinas.
Fue entonces cuando el Dr. Jacob Glanville, director ejecutivo de la empresa de biotecnología Centivax, conoció a Tim Friede. "Inmediatamente pensé: 'Si alguien en el mundo ha desarrollado estos anticuerpos ampliamente neutralizantes, ese es él', así que me acerqué", dijo.
Friede estuvo de acuerdo y el trabajo recibió la aprobación ética porque el estudio sólo tomaría sangre, en lugar de administrarle más veneno.
Investigación centrada en los elápidos
La investigación se centró en los elápidos, una de las dos familias de serpientes venenosas, como las serpientes coral, las mambas, las cobras, los taipanes y los kraits. Estos utilizan principalmente neurotoxinas en su veneno, que paralizan a sus víctimas y son fatales cuando detienen los músculos necesarios para respirar.
Los investigadores seleccionaron 19 elápidos identificados por la Organización Mundial de la Salud como unas de las serpientes más letales del planeta. Luego, comenzaron a analizar la sangre del estadounidense en busca de defensas.
La revista Cell identificó dos anticuerpos ampliamente neutralizantes capaces de atacar dos clases de neurotoxinas. Añadieron un fármaco que ataca a una tercera para elaborar su cóctel antiveneno.
En experimentos con ratones, el cóctel permitió que los animales sobrevivieran a dosis letales de 13 de las 19 especies de serpientes venenosas. Obtuvieron protección parcial contra las seis restantes. "Este nivel de protección es sin precedentes", afirmó el Doctor Glanville, asegurando que probablemente cubre un gran número de elápidos para los que actualmente no existe ningún antiveneno.
Las víboras
La otra clase de serpientes, las víboras, dependen más de las hemotoxinas, que atacan la sangre, que de las neurotoxinas.
En total, existen alrededor de una docena de clases generales de toxinas en el veneno de serpiente, que también incluyen citotoxinas que matan directamente las células. "Creo que en los próximos 10 o 15 años tendremos algo efectivo contra cada una de esas clases de toxinas", dijo el profesor Peter Kwong, uno de los investigadores de la Universidad de Columbia.
"Los anticuerpos de Tim Friede son realmente extraordinarios: enseñó a su sistema inmunológico a obtener este reconocimiento muy, muy amplio", dijo el profesor Kwong.
Por su parte, el profesor Nick Casewell, director del centro de investigación e intervenciones sobre mordeduras de serpiente en la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, afirmó que la amplitud de la protección informada era "novedosa" y proporcionaba "una sólida evidencia" de que se trataba de un enfoque factible.
Aún así, advirtió que hay mucho trabajo por hacer y que el antiveneno necesita pruebas exhaustivas antes de poder usarse en personas.
Y para el protagonista de esta historia, Tom Friede, llegar a esta etapa le hace sentir bien. "Estoy haciendo algo bueno por la humanidad y eso fue muy importante para mí. Estoy orgulloso de ello. Es genial", concluye.
Más Noticias
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
Publicidad