Justicia restaurativa
Robaron instrumentos musicales a una ONG y ahora tienen que compensar lo que hicieron prestando servicios en la propia organización. Es la medida que ha tomado una juez de menores de la capital grancanaria para que los ladrones, tres chicos de entre 14 y 15 años, tomen conciencia del daño que han hecho.
El robo lo cometió un grupo de menores. La víctima, la oenegé Barrios Orquestados, un proyecto para integrar a niños de barrios desfavorecidos a través de la música. El lugar, este centro educativo donde ensayan.
El botín, entre el que había 5 violas y 7 violines, acabó roto e irrecuperable. Pero llegados al juicio, la juez de menores decidió que pasaran 55 horas cada uno trabajando con la oenegé, limpiando instrumentos y participando en las tareas que les asignen los profesores. Una medida que dio satisfacción también a barrios orquestados.
Se trata de una medida de la llamada justicia restaurativa, que la juez cree que ayudará a los chicos a reformarse.
No es la primera vez que esta juez dicta una sentencia de este tipo. Hace meses ordenó a otros jóvenes hacer el camino de Santiago en vez de mandarlos al reformatorio. Dice que con estas edades y medidas adecuadas, se endereza al 80 por ciento de los menores.
