Desde las diez de la noche la guardia civil acordonó toda la zona, se había encontrado el cuerpo sin vida de un hombre ardiendo... el cadáver fue rociado previamente con gasolina con la intención, seguramente, de hacer desaparecer las huellas del crimen. Aún así la brigada judicial ha penado el lugar en busca de alguna prueba.
Fue necesario utilizar una camilla especial para retirar el cuerpo calcinado sin dañarlo más... así fue trasladado hasta el Instituto anatómico forense para realizarle la autopsia que determine de quién se trata y cual fue la causa real de la muerte.
Los vecinos de esta tranquila zona del municipio de Arona están impresionados por la crueldad de lo sucedido.
Lo recóndito del lugar donde quemaron al cadáver hace pensar a la Guardia Civil que el autor o autores del crimen deben de tener alguna vinculación con esta zona.