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Parecía que lo de Valencia no se podría repetir, pero se ha repetido. Menuda carrera, carrerón mejor dicho, que se ha podido vivir, o mejor dicho disfrutar, sobre la pista de Monza en el GP de Italia. Fernando Alonso ha vuelto a sacar a relucir sus mejores trucos para redimirse de su mala suerte en clasificación y terminar tercero en la casa de Ferrari, sólo superado por un brillante Sergio Pérez y un inalcanzable y campeón Lewis Hamilton.

Había nervios, muchos nervios, en la salida italiana. Normal, viendo lo que pasó en Bélgica, pero nada más lejos de la realidad. Nadie se saltó la salida, nadie protagonizando incidentes. Nadie realizando ninguna maniobra que se pudiera considerar como inapropiada o poco deportiva. Deportivas y mágicas fueron las que realizaron Massa y Alonso, un Alonso que comenzó a usar sus mejores trucos en cuanto se apagó el semáforo.

Porque desde ese preciso instante y hasta que cruzó la bandera a cuadros el asturiano demostró por qué es el líder del Mundial. Fernando se quitó de en medio a Di Resta y a Rosberg antes del primer paso de meta y si no se quitó a más pilotos de su mirada fue porque se tomó con calma las cosas en los primeros metros de Monza para evitar incidentes... pero luego eso daba igual.

Y Raikkonen, sin KERS, lo pagó. Al igual que Kobayashi, que cayeron en la chistera de Fernando antes de la tercera vuelta. Y Schumacher también, protagonizando de nuevo uno de esos míticos duelos del pasado que, en el pasado del Alonso campeón de  Renault, terminó de la misma forma con el español por delante del Kaiser. Y menos mal, porque Michael formó un trenecito que habría podido acabar con el milagro alonsista en Monza.

Red Bull, a cero
Pero los astros se pusieron la bandera asturiana por bandera y todo salía a pedir de boca. La primera, y a la postre única parada, también. Justo detrás de Vettel, un Vettel que hizo una carrera a la altura de su fin de semana. Primero sacó de la pista a Alonso en una maniobra sancionada con un 'drive through' y luego se retiró, al igual que Webber, de pista por un problema en el motor. Empezaron dos Red Bull. Terminaron cero.

Tampoco hacía falta lo del 'drive through' para ver a Fernando por delante de un Sebastian sin alas. Porque Alonso ya le había pasado en pista cuando el alemán cumplió su sanción. Todo salía de cara, todo iba a la perfección. Button tampoco terminaba la carrera por un problema en la bomba de gasolina y ya delante del asturiano sólo estaban Hamilton y Massa, un Massa al que, 'inesperadamente', Alonso no tardó en ver por los espejos.

Lo que sí fue inesperado fue el carrerón de Sergio Pérez, sobre todo por dónde salía el mexicano y porque llevaba unos sobrenaturales neumáticos blandos desde la vuelta 30. El de Sauber va camino de ser el Alonso de México porque recortaba un segundo por vuelta a Massa y también a Alonso, que no pudo mantener su medalla de plata en Italia ante el empuje del azteca.

Pérez dio miedo a McLaren
Hamilton y McLaren temían la llegada de la bala mexicana. Normal, era para temerle. Más que un monoplaza parecía llevar un misil dirigido con maestría hasta la primera posición de Italia, hacia lo más alto de uno de los cajones más míticos de todo el Mundial de F1. Porque Monza, el templo de la velocidad, es un lugar que gusta a pilotos y a afición. Un lugar donde, como en este 2012, se han visto grandes carreras.

No llegó Pérez a la posición de Hamilton. Le faltaron vueltas, de haber tenido que dar 56 giros en vez de 53 seguramente Sergio habría logrado la primera victoria de toda su carrera deportiva. Pero fue Hamilton quien merecidamente, por su clasificación y por su constancia en carrera, se llevó el gato al agua ante las dos remontadas de Sergio y de Fernando para formar un podio más latino que británico en Italia.

Y de Italia sale Alonso más líder del Mundial. Un total de 179 puntos suma Alonso con el tercer puesto logrado en Monza, lo que hace que ya sean 37 los que le saca a Lewis Hamilton, que ahora es segundo de la clasificación, y a 38 de Kimi Raikkonen. El finlandés, sin ganar una carrera esta temporada, lleva consigo la medalla de bronce a falta siete carreras. Y es que, aunque no fue su mejor día, el de Lotus acabó quinto.

De la Rosa, feliz en su centenario
Todo lo contrario que para HRT y para Pedro de la Rosa. Los dos monoplazas del equipo español terminaron la carrera, no como Vergne, Hulkenberg, Vettel, Webber y Button, y además Pedro ha terminado, donde realmente importa que es en el domingo, por delante de Narain Karthikeyan, toda vez que el indio superara por primera vez en clasificación al centenario piloto.

Otra carrera que pasa, y otro podio para Fernando, que demuestra con este tercer puesto que el accidente de Spa no le ha dejado secuelas. Alonso afronta como líder, con 37 puntos de ventaja sobre Hamilton, la recta final de este campeonato de F1. Toca Singapur, toca dejar Europa y consolidar el liderato para ver cómo el español se hace con su tercer título Mundial.

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