'Manchita' gana la XVII Carrera de Caracoles de Tricio

'Manchita', el caracol de la niña de siete años Enma Cáceres, de Nájera (La Rioja), ha ganado la XVII Carrera de Caracoles de Tricio al lograr arrastrar una lata de conserva de pimientos de 350 gramos de peso a lo largo de 120 milímetros, durante cinco minutos.

Esta prueba, que se celebra en el municipio riojano, cuyos habitantes son conocidos como 'caracoleros', ha reunido a 88 niños, con otros tantos moluscos que, divididos en tandas, han competido por arrastrar la máxima distancia posible una lata de conserva. Durante toda la mañana niños de todas las edades han animado a sus caracoles, que debían arrastrar una lata atada a una cuerda y pegada a su caparazón con "pegamento".

Cada caracol debe arrastrar la lata por una "calle" pero en muchos casos los moluscos deciden cruzarse a otra, volver hacia atrás o, simplemente, pararse a los pocos milímetros. Un grupo de ellos es el que ha llegado, a lo largo de una decena de tandas -la mayoría de ellos con 14 caracoles cada una- a arrastrar las latas durante más de 100 milímetros. Pero ninguno tanto como 'Manchita', que ha participado al comenzar la prueba y ha visto como otros se acercaban, como 'Luz', de Sergio Pérez (116 milímetros) o 'Lula', de Irene Asensio, con 115; pero nadie ha alcanzado la distancia recorrida por el ganador que, curiosamente, sucede en el palmarés a 'Monchito', el caracol que ganó el año pasado.

Sin embargo, el récord de la prueba, 200 milímetros, se mantiene vigente, desde hace una década. Esta tradición se remonta a 1985, cuando unas personas del País Vasco que veraneaban por la zona comentaron al alcalde del pueblo, Carlos Benito -que continúa en el cargo- cómo habían visto a un caracol arrastrar una zapatilla y habían empezado a apostar sobre cuánto podía alcanzar el arrastre.

Estas mismas personas pensaron que una carrera como esta podía encajar en "Tricio", donde sus habitantes son conocidos como "caracoleros".El alcalde, que aceptó la idea, ha explicado que aunque no está muy claro el motivo de esta denominación, en el municipio, tradicionalmente, se han degustado caracoles cogidos en sus huertas.