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VIOLENTO ASESINATO

Desavenencias en negocios podrían estar tras el crimen de dos holandeses en Murcia

La violenta muerte de la jugadora holandesa de voleibol y su pareja en una pedanía de Murcia ha conmocionado a la sociedad holandesa. Según los investigadores, desavenencias entre ellos y sus asesinos por asuntos de negocios podrían estar detras del macabro crimen.

En un limonar de la pedanía murciana de Alquerías, enterrados en bolsas de basura, en una tumba semi profunda y con diversos miembros seccionados se han hallado los cadáveres de la pareja de holandeses desaparecidos desde el pasado 13 de mayo: la ex jugadora de voleibol Ingrid Visser y su pareja Lodewij Severein.

Lo primero que encontraron los agentes fue un tronco humano. No tardó en aparecer otra bolsa con similar contenido. Los miembros superiores e inferiores y las respectivas cabezas fueron hallados a continuación. Las víctimas sufrieron torturas brutales antes de morir. Unos de los cadáveres presentaba golpes en la mandíbula y le arrancaron los dientes.

Horas antes, la policía había detenido a un español de 36 años, Juan Cuenca quien fue ex director deportivo del club voleibol Murcia, donde había jugado Visser años antes. Él ha sido quien ha conducido a los agentes hasta la fosa donde estaban enterrados los cadáveres.

Los investigadores sospechan que el español arrestado, que ha incurrido en numerosas contradicciones durante su declaración, trasladó los cuerpos hasta esta finca desde una casa rural de Molina de Segura donde habrían torturado y asesinado a la pareja de holandeses. Un crimen donde fue necesaria la participacion de otras personas. Los dos presuntos autores materiales de los asesinatos, que ya han sido también detenidos. Dos sicarios rumanos de 47 y 60 años con antecedentes por pertenecer a bandas de delincuencia organizada. Pese a la limpieza de la vivienda, los agentes hallaron en la casa restos biológicos y signos de que allí se había producido una muerte violenta. Pruebas de que los dos rumanos y el español detenidos habían estado allí. Se sospecha que la casa fue alquilada con el único fin de cometer los asesinatos.

La clave para resolver el crimen podría estar en un correo que Ingrid Visser envió a un abogado de Murcia para pedirle una cita días antes de su llegada a la ciudad y que ya está en manos de los investigadores. Todo apunta a que la pareja fue víctima de un crimen debido a desavenencias en negocios. Al parecer esas desavenencias las tenían con el ex directivo de voleybol con quien podrían compartir algún negocio aún no aclarado

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