El
presunto asesino de Pioz ha buscado refugio en Brasil. En un edificio de Joao
Pessoa tiene su domicilio la familia de François Patrick, y es ahí donde vive desde que se marchó, precipitadamente, de España,
dos días después de descubrirse los cadáveres.
Hay dos órdenes internacionales
de detención, pero aún no se han activado en su país. El sospechoso siempre se
ha declarado inocente. Asegura, incluso, que nunca había estado en esta casa de Pioz,
en Guadalajara, donde se cometieron los crímenes.
Pero a los restos biológicos
encontrados allí y que parecen implicarle, se une ahora la señal de su teléfono
móvil. Hay también pruebas
de que el sospechoso llegó en autobús hasta la casa a las tres de la tarde del
17 de agosto y se marchó a las seis de la mañana del día siguiente.
El hermano
del hombre asesinado tiene pocas dudas sobre la implicación de su sobrino. Brasil acaba de pedir
a España que se envíe toda la documentación de la investigación abierta
para iniciar un proceso contra el sospechoso.
Guardia Civil aún no han autorizado el viaje que permitirá interrogar al presunto asesino.