Dos monjas ofician la misa en Lugo cada domingo por la falta de curas en la zona

Como cada domingo en Lugo, las hermanas Eloina y María cogen el coche para recorrer sus tres parroquias. Ellas son las encargadas de oficiar la celebración de la palabra. Para ello tienen que recorrer carreteras en mal estado, pero con Sor María no han fallado ni un solo día en 17 años.

Incluso con temporales, tal y como cuenta la hermana María. "Llegué a la carretera, no pude pasar, tuve que dar la vuelta por otros caminos; ese día lo pasé mal, y el día de la nieve mucho peor".

Todo sucedió en 1996. Ante la escasez de curas, el obispo se puso en contacto con ellas. Cabe decir que dos de los grandes problemas de la Iglesia gallega son el envejecimiento del clero y la escasez de nuevas ordenaciones.

La comunidad cuenta con algo más de mil curas para atender a más de 3.600 parroquias. Menos consagrar, hacen la liturgia completa de la misa. Incluso la comunión. "Siempre vas con un poco de miedo, pero bueno, la seguridad y la confianza la ponemos en el Señor", asegura Sor Eloisa.

Por su parte, los feligreses llenan las Iglesias y están encantados. "Son maravillosas; gracias a ellas tenemos misas todos los domingos", aseguran las personas que salen de la Iglesia. Y una vez finalizada la celebración se despiden de los vecinos y vuelta al coche para continuar con su recorrido. Son dos monjas pioneras que pretenden ser un ejemplo.