Actúan de madrugada, buscando el mínimo número de testigos. El almacenista da la orden de salida y los porteadores corren hacia la playa en La Línea, Cádiz. Llevan una zódiac con la que transportar el tabaco desde Gibraltar. En cuestión de minutos vuelven con las bolsas de cigarrillos en la mano.
Todo el cargamento acaba almacenado en un comercio del jefe del clan, una hamburguesería sin actividad comercial. "La única actividad de esta hamburguesería era recopilar el tabaco y acumularlo", explica el portavoz de la Guardia Civil de Cádiz.
El grupo disponía de otros dos métodos de introducción de tabaco ilegal. "El que les reportaba mayor material eran los grandes envíos a través dobles fondos en camiones o contenedores", añade el agente.
El tercer sistema son los conocidos como 'matuteros', personas que pasan la frontera con un cartón de tabaco, el máximo permitido, o con más mercancía adherida a su cuerpo. Todos lo llevaban a la misma hamburguesería y se les pagaba en función del tabaco entregado.
El cabecilla era uno de los mayores proveedores de tabaco de contrabando de las provincias de Sevilla y Cádiz. "Tiene un nivel de vida altísimo, con muchas propiedades inmobiliarias a pesar de no tener modo de vida conocido", explica el guardia civil.
Los agentes han detenido a 15 personas, se han incautado de ocho vehículos, de 75.000 cajetillas y de 50.000 euros en efectivo, dentro del marco de la 'operación Pulmones'. El beneficio diario podía alcanzar los 24.000 euros.
