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ESTUDIO PUBLICADO EN 'NATURE'

Un nuevo sistema clínico aumenta el éxito de la fecundación in vitro

El sistema permite mejorar la selección de embriones que se implantan, lo que revierte en las posibilidades de éxito del embarazo.

Científicos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) han utilizado un microscopio que toma imágenes de forma secuencial para seguir el desarrollo embrionario, una técnica que podría mejorar las posibilidades de embarazo tras una fecundación in vitro, según publica esta semana la revista 'Nature'.

Gracias a este sistema, las clínicas de reproducción asistida podrán mejorar los métodos de selección de los embriones que implantan a mujeres que deciden someterse a una fecundación in vitro para quedarse embarazadas.

Los científicos filmaron embriones durante los días posteriores a que se produjera la fecundación en busca de instantáneas que permitieran deducir cuáles de los zigotos con dos días se desarrollarían hasta ser un blastocito, etapa embrionaria que tiene lugar 5 ó 6 días después de la fecundación y antes de que seproduzca la implantación en el endometrio.

Los investigadores observaron que había ciertas característicasque se repetían en aquellos embriones que acababan llegando a laetapa conocida como blastocito. En primer lugar, los embriones pasaban por una fase decitocinesis, cuando se produce la división del citoplasma, de unaduración de entre 0 y 33 minutos.

Además, registraron intervalos de entre 7,8 y 14,3 horas entre laprimera y la segunda mitosis -división en la que se produce unreparto equitativo del material genético y que es el fundamento delcrecimiento- y un intervalo de entre 0 y 5,8 horas entre la segunday la tercera.

Otra de las conclusiones a las que llegaron es que las células individuales de un mismo embrión contienen diferentes tipos de expresiones genéticas, con algunas células que conservantranscripciones heredadas por vía materna a través de los óvulos, mientras que otras células tienen expresiones genéticas adquiridasdurante el desarrollo embrionario.

Si este método no invasivo de seguimiento del desarrollo embrionario se llegara a utilizar en los tratamientos de fecundaciónin vitro, se multiplicarían las posibilidades de que se produjera unembarazo tras la implantación del zigoto.

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