La generosidad de un autobusero se ve recompensada por sus pasajeros

Stephen Humphris paró el autobús que conduce en medio de una calle de Liverpool. Su mirada estaba fija en un mendigo caminando en medio de la lluvia.

Sabiendo que no podía abandonar el vehículo, le tendió un billete de 5 libras a un pasajero, para que a través de la ventana del autobús pudiese dárselo al indigente.

El pasajero en cuestión fue Faris Khalifa, que quedó conmovido por el gesto del conductor. Finalmente el autobús siguió su ruta, pero no sin que Humphris recibiese una ronda de aplausos por parte del pasaje.

No obstante, Khalifa creía que el acto de generosidad de Humphris debía ser recompensado.

El pasajero recorrió algunos negocios del centro de la ciudad contando el pequeño pero significativo acto del conductor. El propio Khalifa se sorprendió de todo lo que la gente estaba dispuesta a donar para recompensar el acto de Humphris.

Entre otras cosas, Khalifa recopiló comida, una invitación a un exclusivo restaurante y una tarjeta regalo para unos grandes almacenes.

Tras dar con el conductor, Humphris, ex militar de 33 años, declaró al diario Metro que "no importa lo pequeño que sea el acto, lo que importa es la grandeza del mensaje, que es el de ayudar a los demás".