Auroville, la ciudad de la India sin política ni religión

La pequeña ciudad de Auroville, a diez kilómetros del municipio de Puducherry, en el Estado de Tamil Nadu, fue fundada en 1968 por la francesa Mirra Alfassa, más conocida como La Madre, que era discípula de Sri Aurobindo, un filósofo, poeta y defensor de la independencia de la India.

El objetivo de la ciudad era servir de lugar donde las relaciones humanas, por lo general basadas casi exclusivamente en la rivalidad y la lucha, fueran reemplazadas por relaciones donde predominase el estímulo de perfección, la colaboración y la fraternidad, según reza la web de la ciudad.

La ex primera ministra india Indira Gandhi describió Auroville como "un proyecto impresionante que encarna la armonía de varias culturas y la comprensión sobre cómo debe ser el medioambiente para el crecimiento espiritual del ser humano".

En la inauguración de la ciudad estuvieron presentes representantes de 124 países y 23 Estados indios.

Según el censo de 2014, Auroville alberga más de 2.300 personas, de las que dos tercios son oriundas de la India, Alemania y Francia.

En Auroville no existen los partidos políticos, ya que está prohibida su membracía en la comunidad. Tampoco hay propiedad privada, ya que la tierra y los activos pertenecen a la organización Fundación Auroville, cuyos miembros son designados por el Gobierno indio.

Los residentes locales eligen el comité de trabajo para resolver asuntos administrativos y forman la asamblea de residentes donde cada uno puede expresarse a favor de uno u otro asunto.

El trabajo cotidiano es una norma importante en Auroville. Las jornadas laborales duran al menos cinco horas al día, siete días a la semana. Asimismo, se distingue el trabajo individual y el trabajo por el bien de la comunidad.