Detenidas en frontera turca dos españolas y sus hijos menores por yihadismo

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DATOS DEL REAL INSTITUTO ELCANO

Al menos hay 21 españolas combatientes en Daesh en Siria e Irak y 23 detenidas en España

Aunque no existe un perfil concreto, la edad media de ellas (24 años) es más baja que en los hombres (31 años) y el 45% no tiene vínculo matrimonial mientras que en ellos esta cifra disminuye hasta el 17%.

Veintiuna mujeres españolas viajaron entre 2014 y 2016 a Siria o Irak para enrolarse en la organización terrorista Daesh y otras 23 han sido detenidas en España por yihadismo desde 2013, el año el que se llevó a cabo la primera operación policial en nuestro país contra Daesh. Son datos que ha ofrecido la investigadora del Real Instituto Elcano Carola García-Calvo, que ha presentado un estudio sobre las mujeres que abrazan la yihad en España dentro de una jornada sobre "El papel de la mujer en el yihadismo global y en la prevención de la radicalización violenta y desradicalización".

Del análisis de las operaciones policiales, del entorno social y de los juicios habidos hasta ahora, el Instituto Elcano ha podido redactar un estudio sobre las mujeres yihadistas, desde la premisa de que no existe un perfil concreto, como también ha asegurado la profesora especialista en el tema de a Universidad de Georgia (Estados Unidos) Mia Bloom. Y de ese análisis se desprende de que en trienio 2014-2016 se desplazaron a zona de conflicto 208 combatientes españoles, de los que el 10% (21) eran mujeres.

Mientras, desde 2013 las fuerzas de seguridad españolas han detenido a 158 supuestos yihadistas, de los que 23 eran mujeres (el 14,5%). Hay algunas diferencias entre las mujeres que se enganchan a esta causa y los hombres. Así, mientras la media de edad de éstos es de 31 años, la de ellas es de 24 y la mayoría (el 75%) tiene entre 19 y 28 años. Frente al 17% de solteros, las mujeres no tienen vínculo matrimonial en el 45% de los casos ni cargas familiares (hijos) en el 65%, frente al 58% de los hombres.

En ambos sexos coincide un dato: se trata de personas de segunda generación de inmigrantes, con padres mayoritariamente de origen marroquí. Más preparadas académicamente, las mujeres cuentan en general con estudios secundarios y ninguna de las detenidas era analfabeta, lo que no ocurre en el caso de los varones (el 10 % ). La principal ocupación de las mujeres eran los estudios, la mayoría no tenía antecedentes penales y el 13% eran conversas (el 11% en los hombres). ¿Cómo se radicalizaron? Lo más habitual es que lo hagan en compañía y vía online (más de la mitad frente a dos de cada diez varones).

A través de las redes sociales se radicalizó el 90% de estas mujeres y el 80% usó también las aplicaciones de mensajería móvil instantánea. García-Calvo ha recordado que a las mujeres musulmanas se les restringe el acceso a lugares públicos donde se llegan a cabo actividades de radicalización más dirigidas a los hombres, por lo que internet les ha abierto nuevas vías y la posibilidad de "chatear" con otras mujeres, más receptivas a sus necesidades. Combatientes que ya están en zonas de conflicto y personas del entorno más íntimo y familiar son los agentes por los que optan estas mujeres para radicalizarse.

La investigadora de Elcano ha explicado que en ocasiones estas mujeres son engañadas con la promesa de contraer matrimonio en la zona de conflicto para que contribuyan al objetivo que ellas persiguen con su radicalización: consolidar y expandir el califato. El estudio ha analizado también las motivaciones de estas mujeres para querer abrazar la yihad. A seis de cada diez fueron causas existenciales e identitarias (en el caso de los hombres uno de cada diez); al 15% ideológicas y utilitarias (70 % en los varones) y al 25% emocionales y afectivas (20 % en ellos).

Ninguna de las mujeres que han sido detenidas pretendía actuar como lobo solitario y todas se implicaron en compañía de otros para formar parte de células o redes. De todos modos, solo el 6% llegó a formar parte del grupo que toma las decisiones, el 60% se implicó en tareas de captación, radicalización y envío de posibles combatientes y el 33% fueron captadas para viajar a zonas de conflicto, pero detención frustró sus expectativas.

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