La proliferación de una microalga tóxica en Galicia pone en peligro la campaña del mejillón

Tras dos años fatídicos y justo cuando el mejillón se encontraba en las condiciones más óptimas, ha aparecido un crudo episodio de marea roja en las Rías Gallegas que mantiene cerrados el 86 % de los polígonos bateeiros, el 40 % de las zonas de marisqueo y que ha reducido la actividad en las fábricas conserveras.

Esta nueva crisis del mejillón gallego coincide con la alerta sanitaria lanzada por las autoridades francesas.  Aseguran que 60 ciudadanos galos se han intoxicado al consumir este tipo de molusco. Lo cierto es que en algunos lugares ya es imposible encontrar mejillones.

El desabastecimiento puede provocar en 10 días la paralización del sector conservero que, en esta época del año, emplea a unas 1000 personas en Galicia. Por ello, todas las miradas están puestas en las rías, pendientes de que los niveles de toxina en las aguas remitan y permitan comercializar el mejillón.

El sector afronta la situación con "un gran pesimismo", en palabras del presidente del Consello Regulador, Francisco Alcalde, que vive con gran preocupación un episodio en el que "las previsiones son difíciles y en este caso no hay muy buenas perspectivas de que remita".