Pasillos interminables, estanterías repletas. Hasta ahora la crisis en los bazares no se notaba en el almacén. Pero esta imagen podría cambiar.
La Operación Emperador de la Policía ha dado al traste con muchos negocios chinos. La mercancía intervenida ha sido bloqueada y se han disparado los controles de aduanas.
Gao Ping, el cabecilla de la trama, dominaba buena parte del mercado navideño. El 30% de las ventas de iluminación o abetos llevaban su firma. A dos meses de las fiestas, la competencia trata de satisfacer la demanda.
Eso sí, a un precio más alto. Más caro que en las últimas navidades. En este escenario los comercios españoles podrían ver aumentar sus ventas.
Abel Filsoof ayuda a vender a más de veinte empresas chinas en el polígono de Cobo Calleja, en Fuenlabrada. Con la operación policial reconoce que sus clientes han salido beneficiados. “Es como si hubiera cerrado un centro comercial de una pequeña población: las pequeñas tiendas ahora venden más”, asegura.