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COMIENZA COMO UN CHISTE PERO ACABAN PASANDO POR CAJA

Impuestos de risa... para el que no los paga

Las medidas anticrisis de algunos países dejan historias surrealista, y es que da la sensación de que ya no saben qué impuesto inventarse ¿se imaginan que en España cobrasen por cada ventosidad de una vaca? pues hay lugares donde esto ocurre.

¿Qué tienen en común el eructo de una vaca, una pizza y una bruja rumana?Empieza como un chiste pero termina pasando por caja, y es que en tiempos de crisis los Gobiernos no dejan de estrujarse las neuronas para inventar impuestos que ordeñen al contribuyente.

En Irlanda han pensado que en vez de ordeñar la vaca, podrían ponerle precio a sus flatulencias, cada vez que una se tira un gas, las autoridades cobran 18 euros. Para justificarlo, un informe de la FAO que asegura que el ganado es más dañino que los coches para la capa de ozono.

En dinamarca, desde este año pagarán dos euros más caros por cada kilo de grasa saturadas que compren, es decir, 33 céntimos más por cada envase de mantequilla que compren o 9 céntimos por una bolsa de patatas fritas.

En Inglaterra apoyan este tipo de impuestos porque aseguran que evitarían los malos hábitos alimenticios, disminuyendo la obesidad, y de paso los gastos médicos asociados.

Pero los ejemplos no acaban aquí, Francia espera ingresar 120 millones de euros por su nuevo impuesto sobre la soda,  y en Rumania, el país de drácula, han pasado de chupar la sangre a los incautos a intentar sangrar a sus brujas, magos y adivinos, con un 16% de sus ingresos.

Pero si hay un país famoso por sus variopintos impuestos, ese Estados Unidos. Entre 2005 y 2009 los consumidores do drogas podían justificar su posesión abonando una tasa especial, con lo que se recaudaron más de 6.000 millones.

Fianlmente, en carolina del Norte, quien llevan realmente mal esto de los impuestos son los animales de compañía, ya que por un animal castrado su propietario paga 10 dólares, pero si no lo está tendrá que pagar 75, por lo que como podran imaginar la tasas de castraciones en el estado norteamericano superan el 80%.

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