Ni el calor ni las altas temperaturas han logrado que los cientos de turistas y malagueños abarroten este lunes la ciudad de Málaga con la intención de inaugurar esta noche la tradicional feria de la ciudad malagueña.
La crisis y la política de austeridad vuelven a obligar al Ayuntamiento a recortar en un día el calendario de la Feria, que sigue contando con sus dos sedes, la del centro y la del recinto ferial de Cortijo de Torres.
En esta ocasión, para ajustar el presupuesto, los fuegos artificiales se lanzarán sólo desde el dique de Levante y no desde la playa de Huelin y, además, por primera vez, el Ayuntamiento cobrará la entrada a un concierto en el auditorio municipal; en concreto, el de Malú, para el que habrá que abonar cinco euros.
La diversión está garantizada durante estas fiestas, que se extenderán hasta el próximo 20 de agosto.