La relación en 'Harry Potter' que nunca vimos pero que el tiempo pudo arreglar (y lo reveló el epílogo)

Los fans de 'Harry Potter' tienen (fuertes) opiniones muy claras sobre las parejas que más les gustan o les hubiera gustado que existieran dentro del mundo mágico.

Más allá de shippeos que nunca fueron como el de Draco y Hermione, que tenía el potencial de ser una fantasía 'enemies to lovers', o el de Seamus Finnigan y Dean Thomas, sí que hay uno que acabó siendo cosa del destino, aunque no exactamente.

La propia Molly Weasley, matriarca de la querida familia de pelirrojos, tenía esperanzas de que entre Tonks, la carismática bruja de la Orden del Fénix, y su hijo Bill (el que mordió Greyback) surgieran chispas.

Como todos sabemos Bill se enamoró perdidamente de Fleur Delacour, y su boda fue literalmente el último recuerdo feliz antes de la guerra con Voldemort. Por su parte Tonks ya estaba en una relación 'secreta' con Remus Lupin, el gran amigo de Sirius y el padre de Harry.

La muerte de Tonks y Lupin es una de las mayores tragedias de la saga, pues dejaron tras ellos a un pequeño bebé, Teddy, tal y como le ocurrió a Harry.

De hecho, Harry y Ginny son unas figuras imprescindibles en la vida del joven Teddy, como pudimos ver en las últimas páginas del epílogo.

Pero de lo que muchos no se habían percatado es de la curiosa conexión que se formó tantos años más tarde, y es que la pareja de Teddy no es ni más ni menos que Victoire, la hija de Bill y Fleur. ¿Te acordabas de esta conexión? Al final el destino acabó uniendo sus familias.

El nivel de detalle de la historia del universo Potter está lleno de conexiones así que hacen que siga siendo uno de los mayores fenómenos entre niños y adultos.