BACTERIAS Y VIRUS

¿Qué te puede pasar si te comes algo que se ha caído al suelo?

¿A quién no se le ha caído un bocadillo o un trozo de fruta al suelo y se lo ha comido como si nada? La ciencia ha estudiado en qué suelos hay más bacterías y suciedad y el resultado es sorprendente.

Una niña se come un bocadillo

Una niña se come un bocadilloiStock

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Lo preparas con todo tu cariño, hasta con pan integral y todo para que tenga más nutrientes, un poco de lechuga por el qué dirán… y zas, tu maravilloso bocadillo se cae al suelo. Tú eso no lo vas a tirar… ¿o deberías?

¿Qué es la regla de los cinco segundos?

De pequeños nos han contado aquello de la regla de los cinco segundos: si se te cae comida al suelo, si lo recoges antes de los 5 segundos, no pasa nada. Claro, por supuesto, están ahí las bacterias diciendo: cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡atacad! Algunos más aprensivos lo soplarán un poco, lo sacudirán o retirarán las pelusas con la mano. Esto desde luego está muy bien desde el punto de vista de adquirir inmunidad, pero desde la seguridad alimentaria… puede que queden sueltos algunos detalles.

¿Si se cae comida al suelo me la puedo comer?

Si vas a hacer el mal, hazlo bien, con conocimiento. ¿Qué dice la ciencia? Sí, sí, la ciencia también se encarga de estas cosas importantes.

Seguro que damos por hecho que el tiempo que permanece tu bocadillo en el suelo importa. Cuanto más tiempo, más bichejos se van a quedar en él. Pues no te creas, dependerá del alimento. Sigue leyendo, que te lo cuento. Pero de ahí sale el segundo factor importante: cómo de sucio esté el suelo. Nos podemos hacer una idea de lo que puede haber en el suelo de la calle, ¿no? En casa podemos dar un poco más de tregua si hemos limpiado… y si al entrar nos hemos quitado los zapatos. No, no hace falta dejarlos fuera (tampoco fue necesario en pandemia, por más que lo dijeran algunos), pero sí es una buena idea quitárselos al entrar y calzarnos con zapatillas, así no meteremos en casa lo que traemos de fuera. Sin dramas tampoco, pero nunca está de más.

¿Qué suelos están más sucios?

Otro de los requisitos para decidir si haces el mal con tu bocadillo (según la ciencia) es el material del que está hecho. No es mismo suelos con baldosa, de madera o en una alfombra. En unos ensayos, inocularon Salmonella en estos suelos y después tiraron un bocadillo de pan con mortadela. Después, calcularon la cantidad de bacterias que habían pasado al alimento. Aquí viene un descubrimiento interesante, resulta que la alfombra era la que menos bacterias trasfería al alimento, después las baldosas y, por último, la madera, que transfería hasta un 70% de las bacterias inoculadas.

Un segundo dato se refería al tipo de alimento: no se adherían las mismas bacterias a un trozo de pan, que a la mortadela. Es bastante lógico, ¿verdad?

Así que tenemos que tener en cuenta: qué suelo sea, cómo está de limpio el suel y el tipo de alimento. Lo más impoertante no es el tiempo que está en el suelo.

Hay que lavarse las manos siempre antes de comer

¡Ah! Pero se nos ha olvidado un último factor. ¿Te has lavado las manos antes de comerlo? Diariamente tocamos infinidad de superficies contaminadas con muchísimas bacterias. Manipulamos dinero, el móvil, barandillas, compartimos boli… Cuando te das cuenta de que estamos absolutamente rodeados de bacterias nos entra una sensación entre miedo y un "bueno, pues mira, todo me da igual ya". Y es lógica, pero ya sabemos que... frente al miedo, conocimiento… y sentido común.

Higiene, lavado de manos, saber si vamos a estar (o se va a comer el bocadillo) con una persona que pertenezca a un grupo de riesgo (niños pequeños, mujeres embarazadas, personas mayores o inmunodeprimidos) y analizar el propio riesgo que nosotros queremos asumir.

Con esto, tomaremos nuestras propias decisiones y terminaremos con: bocadillo sí, bocadillo no, pero siempre, desde el mejor conocimiento que hasta ahora tengamos disponible.

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