EFECTO MULTIUSOS
Diferencias entre el vinagre de vino y el de manzana: ¿cuál es más saludable?
Tanto el vinagre de manzana como el de vino aportan beneficios y sirven para diferentes ámbitos del día a día de manera muy efectiva pero, pese a sus propiedades, ninguno es milagroso.

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El vinagre no sólo se utiliza para aliñar las ensaladas, es un producto muy versátil: aplicable a la medicina cuando se abre una pequeña herida o te pica un insecto, a la cosmética para equilibrar el pH de la piel o en la limpieza ya que sirve como desinfectante o como el típico limpiador multiusos que hay en todas las casas. En definitiva, el vinagre sirve para todo, es un clásico casero.

Partiendo de la base de que todo tipo de vinagre contiene ácido acético que, es lo que le da ese sabor agrio característico y que aporta sus efectos beneficiosos, hay diferentes tipos entre los que se encuentran el de manzana o el de vino.
El vinagre de vino se elabora a partir de la fermentación de la uva y es rico en polifenoles y antioxidantes lo que hace que aporte protección frente a los daños oxidativos de forma similar al vino tinto. Por otro lado, el vinagre de manzana es más natural y contiene enzimas y microorganismos beneficiosos que favorecen la digestión y la flora intestinal.

Si hablamos de elaboración culinaria, los dos pueden integrarse bien en las recetas porque son saludables. El de manzana le dará un toque más afrutado y el de vino un toque más fuerte e intenso, además, este último suele usarse para ablandar carnes.
En cuanto a los efectos en cosméticos y limpieza, el vinagre de manzana al ser más suave se utiliza para desinfectar o neutralizar e incluso sirve de tónico facial. Eso sí, ninguno de los dos ofrecen milagros.

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