El poder de las afirmaciones positivas: cómo atraer cambios a tu vida con esta práctica tan sencilla

Las afirmaciones positivas son una forma sencilla de entrenar tu mente para enfocarse en lo que sí quieres. No se trata de fingir que todo va bien o de repetir frases vacías, sino de enseñarle a tu mente a trabajar contigo y no en tu contra. Cuando empiezas a hablarte con más amor, coherencia y confianza, todo empieza a moverse de otra manera.

Tu mente es mucho más poderosa de lo que crees. Lo que piensas, lo que te dices y lo que repites a diario acaba construyendo tu realidad, aunque no siempre seas consciente de ello. Cada pensamiento, palabra o emoción deja una huella y, con el tiempo, se convierte en parte de tu manera de ver el mundo. Por eso, si cambias lo que te dices, también cambias lo que atraes.

Por este motivo, cuando nos levantamos de la cama de mal humor, sin energía (muchas veces justificada por supuesto), estamos pensando en negativo… ese pensamiento y esa energía que expresamos también la manifiesta el universo. Es como decir… el buen humor atrae buenas situaciones… el mal humor… todo lo contrario. Cuando pasa esto, es importante cambiar nuestro pensamiento, piensa por ejemplo en algo divertido o un bonito recuerdo, de algo que sucedió y te hizo sentir bien… no importa si es un recuerdo lejano, funcionará igual, créeme.

Afirmaciones positivas: argumentos de por qué funcionan

Tu mente tiene dos partes: la consciente y la subconsciente. La mente consciente es la que usas todo el tiempo: analiza, compara, planea, razona. Es la que toma decisiones y evalúa lo que pasa. Pero debajo de ella hay una parte mucho más profunda, silenciosa y poderosa: tu mente subconsciente.

Ahí se guardan tus creencias, tus experiencias pasadas y las emociones que te han marcado. El subconsciente no distingue entre lo real y lo imaginado: todo lo que le repites con fuerza o emoción, lo toma como cierto. Y lo más importante, actúa en consecuencia.

En otras palabras, tu subconsciente es quien crea tu realidad. Es como un motor invisible que dirige tus decisiones, tus reacciones y hasta las oportunidades que aparecen en tu camino. Por eso las afirmaciones son tan efectivas: porque, al repetirlas con intención, estás reeducando a tu mente para que empiece a creer en lo que sí quieres y no en lo que temes.

Cuándo realizar las afirmaciones positivas

Puedes repetirlas al despertar, antes de dormir o mientras haces algo rutinario. No importa el momento, lo importante es la intención. Si al principio te cuesta creerlas, no pasa nada. La mente necesita repetición para adaptarse.

Elige tres o cuatro afirmaciones que conecten contigo y repítelas varias veces al día. Puedes decirlas en voz alta o en silencio, pero siempre desde un lugar de calma. Aquí tienes algunos ejemplos:

• Estoy en proceso de convertirme en mi mejor versión.
• Confío en que todo llega en el momento perfecto.
• Soy capaz de atraer oportunidades que me hagan crecer.
• Elijo pensar bien de mí y de lo que me rodea.
• Merezco una vida plena y abundante.

Yo empecé hace años con el libro El Secreto, de Rhonda Byrne, que me ayudó a entender cómo la mente puede influir en lo que vivimos. Después descubrí El poder de la mente subconsciente, del Dr. Joseph Murphy, que va más allá y explica cómo reprogramar los pensamientos para transformar la realidad.

Desde entonces, las afirmaciones forman parte de mi rutina. Las repito unas cinco veces cada una, y llevo conmigo una libreta pequeña de bolsillo donde anoto todas. Cuando tengo un rato libre o necesito centrarme, las leo y vuelvo a repetirlas. Es una práctica simple, pero muy efectiva.

Escucha afirmaciones positivas en tus auriculares

También funcionan muy bien los audios con afirmaciones positivas. Escucharlos refuerza la repetición mental y genera una sensación de calma. Si quieres probarlo, puedes escuchar uno de los audios que grabé hace unos años y que ha ayudado a más de seis mil personas.

Con el tiempo notarás que tus pensamientos empiezan a cambiar por sí solos. Ya no tendrás que forzarte a pensar en positivo, porque tu mente lo hará de forma natural.

Tu mente no es tu enemiga. Solo necesita dirección. Cuando aprendes a guiarla con intención, deja de repetir lo que te limita y empieza a construir lo que realmente quieres vivir. Porque al final, lo que crees, creas.

Si usas siempre la misma pasta dental, deberías cambiarla por el bien de tu salud