Siete platos que pueden hacerse perfectamente sin carne

De todos es sabido que resulta francamente difícil convencer a los carnívoros de que es perfectamente posible cocina alguno de sus platos favoritos sin pollo, ternera, cerdo, etc. Pero lo cierto es que no solo se puede hacer sin problemas, sino que, además, als alternativas resultan sabrosas y sorprendentes. Hemos cogido ocho platos que suelen llevar carne y se la hemos quitado. Sí se puede.

Pasta carbonara vegetariana. Si hay algo que te dirá un italiano de toda la vida es que ni se te ocurra preparar la carbonara con algo que no sea el guanciale, una especie de tocino elaborado con carnes de la cara del cerdo. Pues bien, añadiendo un poco más de grasas por la vía del mantequilla del queso y cambiando este embutido por setas, el resultado es igualmente delicioso y, además, puede que incluso más aromático.

Cocido madrileño. Aunque parezca increíble prescindir de la carne en un plato como este, lo cierto es que hay quien lo hace. En uno de los restaurantes participantes en la VIII Ruta del Cocido Madrileño, Colección Cibeles, elaboran esta tradicional receta madrileña sin necesidad de carne. El sustituto principal es la berenjena, aunque también se incluyen zanahoria y otras verduras.

Hamburguesa. Las hamburguesas vegetarianas llevan desde nosotros un tiempo, pero hay que reconocer que, en los últimos tiempos, las recetas han conseguido fórmulas increíblemente convincentes. Se pueden preparar a partir de champiñones, que, por su textura cárnica, resultan muy apropiados, pero también con legumbres como las judías rojas, soja o a base de tofu. Son muy sabrosas.

Ensalada de pollo (sin pollo). Aunque el título parezca una contradicción, ya es posible tomar ensaladas de pollo, como la César, sin pollo. El milagro es posible gracias a heura, un producto sustitutivo hecho a partir de soja y otros ingredientes que da como resultado una textura y un sabor muy similares. En su propia página web, tienen propuestas como una ensalada en la que se acompaña de aguacate, garbanzos, rúcula, remolacha, pipas, etc. y una salsa rosa.

Tacos. Parece imposible comerse este clásico de la cocina mexicana sin ponerle ni carne -ahí está el alambre de ternera o la cochinita pibil-, ni pescado ni marisco, pero lo cierto es que hay otras opciones. Una muy deliciosa es la que pasa porque el relleno sea huitlacoche, un delicioso hongo del maíz, que, acompañado de queso, convierten un sencillo taco mexicano en una experiencia religosa.

Empanada. Estamos más que acostumbrados a comerla de carne o de pescado pero hay recetas cien por cien vegetarianas que, además, son clásicos en sus recetarios. Un ejemplo de ello es la spanakopita, una receta de pasta filo muy parecido a nuestras empanadas y donde el relleno es, básicamente, queso feta y espinacas. Para demostrar que siempre se puede prescindir de la carne.

Lasaña. Ni de carne ni de pescado: hay una receta mitiquísima que es la de la lasaña de tres quesos, en la que se utilizan mozzarella, cheddar y ricota. No hace falta nada más para lograr un plato maravillosamente adictivo. Ojo porque con la pizza ni siquiera hay que recurrir al tuneo: la receta original llevaba simplemente queso, salsa de tomate y albahaca. Ni más ni menos.