¡Los nuevos emojis de comida están a punto de llegar! Descubre cuáles son

Todavía no han llegado a nuestros teléfonos, pero los tendremos entre nosotros a finales de año. Son un total de 13 emojis dedicados al mundo de la gastronomía, algunos de ellos definitivamente útiles y otros, probablemente, redudantes e innecesarios. Veamos:

1- Palillos chinos. La pregunta es: ¿necesitábamos unos palillos chinos teniendo ya un ramen? La respuesta es sí. En primer lugar, porque el continente asiático tiene numerosos matices gastronómicos y 2017 es un buen momento para dejar de interpretar el mundo a brochazos, sino porque tenemos un emoji de cuchara, otro de cuchillo y tenedor y otro más con cuchara, tenedor, plato y cuchillo. Los palillos son, pues, una cuestión de justicia con la cubertería asiática frente a los hiperrepresentados cubiertos occidentales. A la igualdad de derechos siempre hay que decir sí.

2- Brócoli. Sí al brócoli, la más carismática de las verduras. Y no solo porque tiene un nombre bonito y una forma relajante, sino porque para muchos puede servir para simbolizar el mal. Un equivalente, al fin, de la caca que todo indica que está de capa caída. El brócoli sigue simbolizando para muchos ese castigo que se encontraban de pequeños al llegar a casa tras un largo día de escuela, y esos mismos son los que van a usarlo como respuesta cuando alguien les envíe vídeos de esos políticos que odian o pantallazos de fotos de ex novias, ahora felices al lado de otro. La respuesta está clara: una retahíla de brócolis.

3- Coco. Lo mismo que los palillos. Que en Occidente no consumamos tanto coco no significa que esta fruta no merezca un lugar junto a manzanas, peras, uvas, fresas, cerezas y otras piezas frutales.

4- Sandwich. ¿Tenemos tempura de gambas y no tenemos un bocata? ¿Varios tipos de helado y ni un solo sandwich? ¿Pero estamos locos? Al fin la justicia ha llegado al mundo de los emojis gastronómicos: más vale tarde que nunca.

5- Pretzel. Este emoji nos deja un poco fríos, pese a nuestra querencia por este delicioso pan perfecto para el desayuno. Si tenemos hotdogs, hamburguesas, pizzas, pan de molde, baguettes, cruasanes, dónuts y cookies, ¿por qué no un pretzel? No era necesario, eso seguro, pero tampoco está de más.

6- Pastel. Sí. Un pastel estándar, con su brillo y su nata. Todo lo dulce siempre tiene cabida.

7- Bol con cuchara. El desayuno saludable gana adeptos día a día frente a la bollería tan bien representada en el repertorio de emojis. Cruasanes, dónuts, pasteles, helados y demás guarrerías dulces tienen que tener su contrapunto 'healthy': un bol saludable con su muesli, su açai, sus frutas frescas y demás tentaciones coloridas y nutritivas.

8- Lata de salsa de tomate. No acabamos de ver su utilidad en el mundo emoji. ¿En qué momento necesitamos el término “lata de salsa de tomate” en nuestras conversaciones cotidianas? ¿Será símbolo de alguna otra cosa que se nos escapa? En principio no nos encaja como emoji, pero vamos a darle otra oportunidad hasta descubrir si puede tener un uso simbólico.

9- Corte de carne. Que haya nigiris, arroz, banderillas, un surtido de sushi y cosas que realmente nadie sabe qué son (¿unos temakis que parecen una croqueta?) y no haya un trozo de carne es realmente de juzgado de guardia. Al fin se hace justicia.

10- Vaso con pajita. Sí, claro que sí. El mundo del 'fast food' siempre ha sido fuerte en el mundo emoji. Cómo dejar atrás sus bebidas.

11- Una caja china de take away. Con sus palillos, claro. La cocina asiática cobra fuerza en el mundo día a día, y el universo emoji no es más que un fiel reflejo de la realidad contemporánea. Y la comida asiática saludable para llevar gana terreno a diario entre las personas atareadas deseosas de comer de forma rápida y saludable.

12- Dumpling. Solo hay que mirarlo un momento para darnos cuenta de que su uso va a ser limitado. ¿De verdad alguien va a utilizarlo en algún momento?

13- Galleta de la suerte. No tenemos claro si teniendo ya una galleta estándar es necesario incluir una galleta de la suerte. Pero como el mundo de las tendencias es imprevisible, quién sabe si se pone de moda.