Con estos alimentos no te dejarás comer por las alergias

Miedo en el cuerpo. Los responsables del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) han avisado de que los alérgicos al polen lo van a tener crudo esta primavera, especialmente en el centro peninsular y en la zona suroeste: Extremadura, Toledo, Ciudad Real, Madrid, Jaén y Sevilla. Dado que sufrir una alergia es inevitable, al menos sí puedes prevenirla para reducir sus efectos. Una buena manera de hacerlo es la alimentación. Hay muchos ingredientes que refuerzan tu sistema inmunológico y son antihistamínicos y antiinflamatorios, claves para luchar contra las alergias.

Dale a las frutas, pon color y salud en tu vida

Las manzanas tienen un flavonoide llamado quercetina que fortalece el sistema inmunológico y te protege contra las reacciones alérgicas, ayudándote a aliviar el típico exceso de mucosidad o el lloriqueo en los ojos. La pera y las frutas cítricas también la contienen. Además, los limones, los kiwis y las papayas, por ejemplo, son ricos en vitamina C, que es antihistamínica y antioxidante, lo que ayuda a prevenir y combatir las alergias. Y la piña cuenta con bromelaína, una enzima con efecto antiinflamatorio sobre las mucosas.

El omega 3 de los pescados azules y las semillas de lino, tu salvación

El omega 3 del salmón es antiinflamatorio. De hecho, se ha comprobado que su consumo habitual (o el de cualquier pescado azul) mejora la salud pulmonar y reduce las reacciones alérgicas al polen y al polvo. Y reduce los síntomas de alergia y asma. En el mundo vegetal, las semillas de lino son la mayor fuente de omega 3, y además llevan selenio, que es antiinflamatorio. Se pueden consumir molidas en ensaladas, leche, yogur, zumos de frutas…

La mejor especia, la cúrcuma

La cúrcuma contiene curcumina, un poderoso antioxidante y antiinflamatorio que ayuda a combatir las alergias. Mezcla una cucharadita de cúrcuma en polvo en un vaso de leche y bébela una vez al día o échala en polvo en guisos, sopas, guisos, salteados, flanes, yogures y batidos.

El ajo no solo ahuyenta a los vampiros, también las alergias

El ajo inhibe la actividad de enzimas que generan inflamación en el cuerpo y que pueden provocar reacciones alérgicas. Tiene propiedades antibióticas, antiinflamatorias y antioxidantes, como las cebollas, recomendadas contra la faringitis, la laringitis y las infecciones pulmonares por ser antihistamínicas. Además, ajo y cebolla destacan por su contenido en metil-sulfonil-metano, un compuesto de azufre de efectos antiinflamatorios que contribuye a fortalecer las membranas celulares cuando liberan la histamina, la sustancia que desencadena la respuesta alérgica.

Una sopa de ortigas o una infusión de regaliz contra la tos y las mucosidades

Las ortigas calman los efectos de la histamina y ayudan a evacuar y frenar la producción de mucosidad y ataques de tos; hazte tres veces al día una sopita con una cucharada de hojas secas por taza de agua. Mientras que el regaliz, con propiedades antiinflamatorias y fluidificantes gracias a la glicirrina, combate la tos y los síntomas de la rinitis; tómalo en infusión (con menta, por ejemplo), pastillas, extracto o chupando la raíz.

¿Y para beber? Té verde o de jengibre y/o cerveza

El té verde tiene epigalocatequina, que reduce la producción de histamina. Además, es antiinflamatorio y posee una gran cantidad de antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico (con dos o tres vasos al día notarás mejoría). El jengibre es antiinflamatorio y antibiótico, de modo que resulta ideal para prevenir alergias, sobre todo las relacionadas con el sistema respiratorio (un par de tazas de té de jengibre al día te irán de maravilla). Y la levadura de cerveza contiene vitamina B5, como el salmón, las legumbres, los frutos secos y los cereales: es antiinflamatoria, ayuda a las glándulas suprarrenales a producir cortisol y reduce la congestión.