OPERACIONES ESTÉTICAS

¿Qué se han hecho David Beckham y Bradley Cooper en la cara? La nueva moda de feminizar el nostro masculino

Cada vez más hombres se suben al tren del rejuvenecimiento, aunque los resultados no siempre son los esperados. Lo hemos visto recientemente en rostros de famosos de alto nivel como Bradley Cooper o David Beckham.

David Beckham y su mujer Victoria Beckham en octubre de 2025.

David Beckham y su mujer Victoria Beckham en octubre de 2025.Gtres

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Cada vez son más los famosos que se suman (sin mucho disimulo ya) al mundo del rejuvenecimiento facial. Lo que hace unos años parecía territorio exclusivo de las chicas, hoy ya es terreno común para los hombres del star system. Y, como siempre, hay de todo.

Hemos visto resultados impecables, como el caso de Brad Pitt o el de Ricky Martin, por ejemplo. Ambos han sabido envejecer con ayuda sin dejar de parecer ellos mismos. Y también hemos visto resultados fallidos, como el de Simon Cowell, cuyo rostro se convirtió en el centro de una polémica viral sobre los excesos estéticos.

Simon Cowell en septiembre de 2025
Simon Cowell en septiembre de 2025 | Gtres

Pero en los últimos días, dos nuevos nombres han saltado a la palestra con tanta polémica como sorpresa: David Beckham y Bradley Cooper. Dos rostros que conocemos por su atractivo clásico, esa masculinidad tan reconocible… y que hoy, tras sus últimos retoques, parece que se han desviado de esa línea. ¿Qué ha pasado en sus rostros?

Lo interesante es que los dos casos representan caminos distintos: uno claramente quirúrgico, el otro basado en rellenos. Pero el resultado, en ambos, apunta al mismo error de base: tratar un rostro masculino como si fuera uno femenino.

¿Qué se ha hecho David Beckham en la cara? Demasiado relleno en el sitio equivocado

En el caso de David Beckham, no hay señales evidentes de cirugía, pero sí de un uso, digamos, excesivo de rellenos en la zona de los pómulos. Un volumen tan marcado que ha terminado distorsionando sus proporciones faciales.

El efecto es especialmente notorio cuando sonríe: sus ojos prácticamente desaparecen, hundidos bajo unos pómulos tan proyectados que apagan su expresión natural. No es que haya engordado, es un rostro sobre inyectado. El resultado: una cara inflada y poco definida, que diluye esa masculinidad estructurada que siempre lo caracterizó.

Y es que, en estética masculina, menos es siempre más en la zona malar. A diferencia del rostro femenino, donde unos pómulos prominentes pueden aportar juventud y estructura, en los hombres ese mismo volumen puede feminizar el rostro, redondearlo y suavizarlo en exceso.

La nueva cara de Bradley Cooper: ¿demasiada cirugía?

El caso de Bradley Cooper parece ser quirúrgico. El patrón de los cambios observados indica un lifting facial con una tracción excesiva, que ha elevado las comisuras de la boca de manera poco natural, generando esa línea de tensión que va desde los labios hasta el trago de la oreja.

Bradley Cooper
Bradley Cooper | Gtres

A esto se suma una blefaroplastia superior que ha eliminado por completo el pliegue del párpado, dejándolo con una mirada abierta, pero plana. En la anatomía masculina, una cierta pesadez en el párpado superior no solo es habitual, sino deseable. Da profundidad, seriedad, madurez. Al eliminarla, la mirada se suaviza demasiado, pierde carácter… y sí, también se feminiza.

Y no es solo la mirada, la sonrisa también cambia. Esa elevación artificial de las comisuras rompe con la gravedad natural del rostro masculino. Lo que en una mujer puede leerse como gesto juvenil, en un hombre simplemente desconcierta.

Operaciones estéticas en hombres: buenas prácticas en retoques en el rostro

El error de fondo en ambos casos no está en usar relleno o en hacer un lifting. El problema es olvidar que la cara de un hombre tiene su propio lenguaje estético. La medicina estética no puede aplicar las mismas reglas en todos los rostros.

Aquí van las tres claves que no podemos olvidar:

1. Vectores de tracción: deben ser distintos, más horizontales, menos verticales.

2. Volúmenes: deben reforzar la estructura mandibular, no endulzar los rasgos.

3. Mirada: debe tratarse con máximo cuidado; abrirla demasiado es abrir la puerta al desastre.

Por eso, si estás pensando en un tratamiento facial, empieza con lo esencial: un análisis que respete tu identidad. Porque envejecer bien no es parecer más joven. Es seguir pareciendo tú.

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