DESCANSAR ES IMPORTANTE
Dormir bien es el mejor tratamiento antiedad: así afecta el sueño a tu piel
La piel se repara mientras duermes, pero solo si descansas de verdad: expertas en dermocosmética explican cómo influyen la postura, la falta de sueño, el estrés y no desmaquillarte en el envejecimiento cutáneo, y qué hábitos pueden ayudar a frenarlo.

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Dormir bien no es solo un placer: es uno de los gestos de belleza más poderosos. La industria cosmética se renueva cada temporada, pero hay algo que ninguna crema puede sustituir: un sueño profundo y reparador. Cuando no descansamos lo suficiente, la piel lo nota de inmediato. Y no se trata solo de ojeras. Arrugas que se marcan más, un tono apagado o una flacidez prematura pueden tener su origen en noches en vela o en posturas de sueño que repetimos durante años.
Como resume Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode, "durante la noche, la piel entra en modo reparación, pero para que ese proceso sea efectivo necesita descanso real, oxigenación y limpieza". Cuando no le damos esas condiciones, simplemente envejece antes.

El sueño: el momento en que la piel lo repara todo
Mientras dormimos profundamente, se activa un mecanismo interno que no ocurre durante el día: aumenta la microcirculación, mejora la oxigenación celular y se impulsa la producción de colágeno. Pero si dormimos mal, ese proceso se bloquea.
Las noches de insomnio tienen consecuencias visibles desde la mañana siguiente. "La falta de sueño eleva el cortisol, una hormona que degrada el colágeno y ralentiza la renovación celular", explica Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD. La piel amanece más fina, deshidratada y mate.
A largo plazo, descansar poco altera además la barrera cutánea, haciendo la piel más sensible y con arrugas más marcadas, como advierte Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour.
La postura que fabrica arrugas
La posición en la que dormimos también influye. Lo que parece un simple gesto —apoyar siempre la cara en la almohada del mismo lado— puede convertirse, con el tiempo, en una arruga fija. "La piel tiene memoria. Si siempre presionamos la misma zona, con el tiempo esa presión se convierte en arruga", recuerda Mireia Fernández.
Dormir boca arriba sería la postura ideal para evitar ese "planchado" nocturno. Y si cuesta mantenerla, Marta Agustí, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme, recomienda usar "fundas de seda o satén, que reducen la fricción", además de colocar una almohada bajo las rodillas para evitar girarse durante la noche.
La experta de Medik8, Estefanía Nieto, sugiere incluso recurrir a almohadas ergonómicas o máscaras de dormir que eviten el pliegue en la zona del contorno de ojos.

El error que puede envejecer la piel diez años
Puede sonar exagerado, pero no retirarse el maquillaje cada noche es una de las costumbres más dañinas para la piel. "Cuando no limpiamos la piel, las impurezas se acumulan, aparecen puntos negros e imperfecciones y se genera inflamación", explica Estefanía Nieto. Esa inflamación crónica destruye colágeno y elastina, acelerando el envejecimiento.
La solución, según Raquel González, pasa por la doble limpieza nocturna: primero un producto oleoso, después uno acuoso. Solo así la piel queda realmente preparada para regenerarse mientras dormimos.
Ingredientes que ayudan cuando no has dormido bien
Si el descanso falla, la cosmética puede echar una mano. Las expertas coinciden en el poder calmante de:
- Probióticos, que equilibran la microbiota y reducen la sensibilidad.
- Niacinamida, antiinflamatoria y unificadora del tono.
- Madecassoside, que calma y repara.
- Derivados del cobre, con acción regeneradora.
Para fortalecer la estructura de la piel —especialmente si duermes mal o presionas el rostro— son útiles activos como el DMAE, los péptidos o los retinoides, que ayudan a mantener la firmeza.

Dormir mejor también es belleza
No es solo lo que ponemos sobre la piel, sino lo que pasa antes de cerrar los ojos. Evitar pantallas, cenar ligero y mantener una temperatura adecuada son tres reglas básicas para favorecer el descanso, recuerda Agustí.
A ello se suma el poder de la aromaterapia: "Nos induce a un estado de relajación gracias a ingredientes como la lavanda o el vetiver", explica Bella Hurtado, de Aromatherapy Associates. Al inhalarlos "se reduce la liberación de cortisol", lo que permite un sueño más profundo y una piel más calmada.
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