¡LA SUCIEDAD VA DIRECTAMENTE A TU CARA!
Ni jabón ni detergente, este es el ingrediente que tienes que usar para dejar limpia tu esponja de maquillaje
Con el uso diario, las esponjillas de maquillaje van acumulando restos de base, grasa y bacterias que al ponerse en contacto directo con el rostro pueden terminar afectando la salud de tu piel. Para evitarlo, límpialas a fondo y déjalas impecables para el día siguiente.

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Que tu esponjilla quede llena de maquillaje tras cada uso es normal pero, cuidado, no la guardes sucia. La próxima vez que la uses para aplicar tu base, lávala con agua caliente y jabón líquido, que puede ser de manos, neutro o específico para brochas. Masajea suavemente con los dedos para extraer todo el producto y repite este proceso hasta que el agua salga completamente limpia. Después, enjuágala bien y déjala secar al aire.
Si notas que está muy sucia, déjala en remojo con agua y jabón durante 10 o 15 minutos antes de frotar. Si el pigmento es muy resistente, aplica unas gotitas de aceite de coco, de oliva o desmaquillante: masajea hasta disolver los restos y luego vuelve a lavarla con agua caliente y jabón.

También puedes realizar una limpieza más potente mezclando detergente para platos y vinagre blanco, eliminará en profundidad la grasa y las bacterias. En un recipiente, mezcla agua caliente, una cucharada de lavavajillas y otra de vinagre. Sumerge la esponjilla y deja que actúe durante un cuarto de hora. Luego, presiónala para sacar toda la suciedad y enjuágala con agua tibia hasta que no queden restos de jabón o vinagre.
Mantener tus esponjillas limpias alarga su vida útil y además mantiene tu piel protegida de bacterias indeseadas que pueden provocar imperfecciones. Dedica unos minutos a lavarlas después de su uso, aplicarás tu maquillaje de forma más uniforme y tu rostro estará mucho más sano y cuidado.
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