REJUVENECEDOR

La técnica "corazón invertido": el truco de colorete que eleva los pómulos sin lifting

La técnica del corazón invertido promete elevar los pómulos y dar un efecto buena cara instantáneo solo con colorete. Un método viral que redefine cómo aplicamos el colorete para unos pómulos más altos sin lifting ni filtros.

Aplicación de colorete

Aplicación de coloreteFreepik

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Olvídate del colorete aplicado solo en las mejillas. Esta temporada, la forma de dar color al rostro cambia y lo hace con una técnica que ya está arrasando entre maquilladores y amantes del "efecto buena cara". Se llama corazón invertido y promete lo que todas queremos en otoño-invierno: pómulos más altos, rasgos más definidos y ese rubor cálido que parece natural, como si volvieras de un paseo al sol.

Coloretes en crema
Coloretes en crema | Pixabay

Suena poético, pero funciona. Y lo mejor: no necesitas retoques, ni filtros, ni procedimientos estéticos. Solo colorete (mejor en crema), un poco de práctica y la idea clara de que ahora el color no se concentra en un punto, sino que se funde como un halo luminoso sobre el tercio superior del rostro.

A continuación, desgranamos cómo se usa y por qué rejuvenece tanto, según la maquilladora profesional Patricia Carretero.

¿Qué es el corazón invertido y por qué favorece tanto?

La teoría es sencilla: el colorete se convierte en una especie de contouring suave y luminoso que simula dónde se deposita el sol de forma natural.

En lugar de dos toques en las mejillas, este método propone dibujar —literalmente— la silueta de un corazón boca abajo en el rostro. El resultado: pómulos más altos, mandíbula más definida y una piel más viva sin necesidad de marcar sombras duras.

Según explica la maquilladora Patricia Carretero, esta técnica no solo aporta color, sino que "eleva los rasgos, aporta un toque bronceado y deja ese rubor sano y natural que rejuvenece al instante".

Aplicación de colorete
Aplicación de colorete | Freepik

Cómo se aplica paso a paso

Aquí viene la magia. La técnica consiste en:

1. Empezar en el centro de la frente con colorete.

2. Bajar suavemente hacia las sienes, siguiendo una línea curva.

3. Continuar por la parte alta de los pómulos, fundiendo bien el producto.

4. Terminar sobre el puente de la nariz, cerrando ese "corazón" imaginario.

La clave, según Carretero, es difuminar hasta conseguir un rubor continuo, sin cortes ni manchas. Esto no va de poner puntos de color, sino de crear un velo cálido y homogéneo.

Lo que mejor funciona

Para que quede jugoso y natural, los coloretes en crema son los favoritos. Permiten graduar la intensidad, se integran mejor con la piel y dejan ese acabado fresco que imita el rubor real.

Puedes aplicarlo con los dedos o con brocha, pero siempre con movimientos suaves y ascendentes, extendiendo el producto hacia las zonas donde el sol tocaría de manera orgánica: frente, mejillas y nariz.

Efecto lifting inmediato

Más allá de dar buen tono, el corazón invertido se ha convertido en viral porque visualmente levanta los pómulos y aporta firmeza al óvalo facial. Al concentrar el color en la parte alta del rostro, la mirada se dirige hacia arriba, creando ese efecto de rasgos elevados que antes solo conseguíamos con un toque de bronzer estratégico… o un lifting real.

Y sí: también quita años. El color difuminado aporta frescura y vivacidad, y deja la piel con un aspecto más sano, según Carretero.

¿Preparada para enamorarte de tus pómulos otra vez —sin agujas, sin filtros y solo con un toque de color?

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