Matías Prats y Mónica Carillo bromean sobre los primeros teléfonos: "Hablar por ahí era de todo menos discreto"

Se cumplen 50 años de la primera llamada desde un teléfono móvil y esos politonos que oíamos fueron el primer cambio que aportaron a nuestras vidas. Ahora, las cosas han cambiado radicalmente, muchos ya ni lo usan ya que WhatsApp copa absolutamente todo. Y algunos, directamente, tienen el móvil siempre apagado por lo que no se enteran de las llamadas que les llegan a sus móviles.

Los presentadores de Antena 3 Noticias Fin de Semana, Matías Prats y Mónica Carrillo, han echado la vista atrás para recordar cómo sonaban los teléfonos hace años. "¿Quién recuerda ya este sonido, Matías?", le ha preguntado Mónica a su compañero mientras sonaba en pleno directo el famoso "ring, ring" de los teléfonos móviles antiguos.

Matías: "Hablar por el teléfono del salón era de todo menos..."

"Ese era el de casa, el teléfono estaba en el salón... Y hablar por teléfono era todo menos discreto. ¿A ver éste?", le contesta Matías Prats mientras vuelve a sonar otro politono, esta vez el de un Nokia.

"Este es el de los primeros portátiles. Nos permitían hablar desde casi todas partes, pero todavía no había llegado el modelo que revolucionó todo", apuntaba Mónica mientras suena el IPhone que en esta época mucha gente ya tiene.

Ahora no nos separamos del móvil ni en vacaciones

Ahora estos aparatos se usan para muchas otras cosas que para hablar y estamos pendientes de ellos a todas horas... De vacaciones en la playa nos tomamos un selfie, andando por la calle nos ponemos a hablar por WhatsApp y en el transporte público leemos Twitter.

¿Qué es el síndrome de FOMO?

La realidad es que vivimos pegados al teléfono móvil y tendemos a idealizar la vida de los demás en función del contenido que suben. Ese "miedo a perdernos algo" puede derivar en una adicción a estos dispositivos. Es lo que se conoce como Síndrome FOMO.

"Es coger el móvil... y el dedo se va a Instagram"

Es simplemente coger el móvil "y el móvil se me va directamente a Instagram, no puede ser...", "tengo la tentación de mirar el móvil todo el rato", dicen algunos jóvenes. "Cuando estamos desconectados del mundo digital que podemos vivir una sensación de ansiedad y de falta de control", explica Devi Uranga, directora del SAAT, servicio de atención en adicciones tecnológicas.

El ver que hay gente que hace cosas y tú no puede dar envidia: "Si alguien ha quedado con sus amigos y yo no he podido...", asegura una chica. Es hora de hacer autocrítica: "Me considero super adicto", "deberíamos alejarnos un poco para ver la vida que tenemos alrededor". El perfil de las personas que más lo experimentan va de un rango de edad desde los 9, 10 y 11 años hasta los 25-30.

El SAAT atiende entre 600 y 1.000 personas al mes

Desde el servicio de atención en adicciones tecnológicas promueven un uso saludable: "Formamos a profesionales, ayudamos a familias con problemas, hacemos escuela de padres y madres, damos talleres en centros educativos...", detalla Devi Uranga. Entre 600 y 1000 personas reciben ayuda cada mes, lo que empieza como un juego puede convertirse en una adicción, déjense ayudar y disfrutan del mundo que tienen ante sus ojos.