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SONY | UNA NUEVA MASCOTA

Little Big Planet PS VITA

Sackboy vuelve a su mundo de cosas pequeñas para demostrar que las nuevas facultades de PS Vita pueden ser utilizadas en un videojuego para enriquecer notablemente la experiencia.

Sony es una empresa inquieta. Sabe que tiene que tener una mascota, una que sirva como emblema para toda su marca. Una que atraiga al público joven, pero que sirva como referente inmediato para los mayores. En su primera generación, la primera Playstation, por la consola pasaron algunos personajes plataformeros que todavía hoy recordamos. Pero ni Crash, ni Spyro, decidieron quedarse en su casa en exclusiva.

Hacia Plasyatation 2 comenzaron a llegar las mascotas de verdad. Y, es curioso, consiguieron ser parte del día a día de la compañía. Sly, Ratchet, Clank, Jak, Daxter… Todos son personajes predilectos de la gran copañía japonesa. Sin embargo, algo ocurre con ellos: que sus padres, los creadores de estos personajes, han crecido.

Mientras que unos compatibilizan su paternidad con la recreación de guerras imposibles con las fuerzas de la Alianza de la II Guerra Mundial luchando contra belicosos extraterrestres en Resistance, los otros se han vuelto muy especiales para volver a temáticas juveniles. Y es que, los creadores de Naughty Dog, padres de Jak & Daxter, están muy ocupados haciendo auténticas maravillas como Uncharted o el esperadísimo The Last of Us. Y, pese a que nos gusten sus juegos de PS2, que sigan así, que más nos gustarán los nuevos.

El caso es que hasta la llegada de Little Big Planet, la obra de los no menos interesantes Media Molecule, Sony no tuvo su ansiada mascota. Sackboy representa a la perfección muchos de los aspectos con los que hoy Sony parece sentirse cómoda. Los juegos de Little Big Planet rezuman de un espíritu artístico, independiente, fuera de convencionalismos. En ellos se ensalza la originalidad, la imaginación, el arte. Todos son muy acordes al especial interés que Sony viene poniendo al desarrollo de títulos como Flow o The Journey, algunos de los mejores y más aclamados ejemplos de juegos independientes.

Little Big Planet

Es la continuación natural de algunos de los juegos más interesantes de la casa que pudimos ver en los últimos tiempos anteriores a LBP, como los inolvidables LocoRoco o los impagables Patapon.

En definitiva, LBP es una experiencia agradable, siempre dispuesta a ser disfrutada. Poco tiene que ver si su mecánica es más o menos simple; si el recorrido de sus fases es el óptimo; si la fluidez de los movimientos de Sackboy por pantalla son tan geniales como lo pueden ser los de Mario Bros. Aquí lo que cuenta es que, además de que todos los últimos aspectos son más que correctos, el juego es bonito a rabiar y no deja de sorprender. Que pese a que la versión de PSP se veía francamente bien, la de PS Vita se ve que te mueres. O que las músicas elegidas para acompañarnos en nuestro viaje son realmente buenas y, lo más importantes, siempre agradables.

Little Big Planet es un juego agradable, cómodo, confortable, estimulante… No frustra, pero nos mantiene en muchas ocasiones en guardia, para resolver pequeños puzles que animen la función.

Las nuevas funciones que ofrece para usuarios de PS Vita, además, son realmente agradables. En este título, y no en muchos otros, se habilita un uso coherente para las pantallas táctiles delantera y trasera. Se hace natural, se entiende, es útil…

No es una obra maestra, como no lo suelen ser las secuelas para portátil, porque a éste juego le falta mucho del potencial de creación que sí que disponíamos en LBP2, claro está. Pero se agradece que en estos días, una empresa como Sony se preocupe por acompañar los ratos de diversión violenta y desenfrenada con juegos que podríamos poner a nuestra abuela sin que esta se ruborice, como este Little Big Planet o los futuros y esperadísimos Rain, Unfinished Swan, Puppeter o, sobre todo y ante todo, lo nuevo de Media Molecule, Tear Away.

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