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COLGÓ EL VÍDEO DE SU VICTORIA EN YOUTUBE

Kim 'Dotcom', fundador de Megaupload, número uno de Modern Warfare 3

El 'hacker' alemán más conocido como Kim Dotcom subió el pasado 31 de diciembre a su cuenta de YouTube un vídeo en el que aparece celebrando, junto con sus amigos, el primer puesto en el ranking bajo el sobrenombre de "Megaracer".

El fundador y jefe de Megaupload, 'Kim Dotcom', ha sido uno de los jugadores online que ha alcanzado el número uno del ranking de Call of Duty: Modern Warfare 3. Desde su detención el pasado viernes por el FBI este hombre alemán, cuyo nombre real es Kim Schmitz, no ha dejado de sorprender a los usuarios, bien por sus posesiones o por su proceso de detención al más puro estilo James Bond. Pero en esta ocasión se trataba de "Megaracer", su nombre de usuario en Xbox.

El 'hacker' alemán más conocido como Kim Dotcom subió el pasado 31 de diciembre a su cuenta de YouTube un vídeo en el que aparece celebrando, junto con sus amigos, el primer puesto en el ranking bajo el sobrenombre de "Megaracer". Para alcanzar el logro, la propia descripción del vídeo afirma que Kim obtuvo 150.000 bajas rivales y muchas horas de juego. Así se ha conseguido situar en el palmarés de un juego con el que se divierten más de 15 millones de personas online.

Además Dotcom no duda en vacilar, y declara en el vídeo la siguiente frase: "No me odies porque te gane. Respétame porque te enseño". Según se aprecia en el vídeo subido a YouTube jugó más de doce horas seguidas. Y tras la victoria, algo que era de esperar, sus amigos lanzaron cañones de confeti y le entregaron una tarta personalizada con la forma del número uno.

Además de este logro en la ficción, su víia real parece un videojuego. Kim Dotcom fue uno de los cuatro hombres arrestados el pasado viernes, en medio de una investigación contra el sitio de Internet Megaupload.com. Las autoridades acusan al grupo de organizar un esquema que robó de más de 500 millones de dólares en derechos de autor y de generar más de 175 millones de dólares en ganancias por suscriptores y publicidad. Para detenerlo hicieron falta decenas de policías y también helicópteros. Y por no decir las armas, los millones de dólares neozelandeses y los coches que se incautaron en su propiedad, que por cierto es una de las más grandes y caras de todo el país.

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