Con total naturalidad, el desarrollador Nathan Broadbent ha explicado en su blog cómo hahackeado su microondas con la ayuda de un Raspberry Pi, el ordenador de bajo coste que la fundación homónima creó para enseñar a programar a niños. Este "microondas del futuro" permite, entre otras cosas, ejecutar comandos de voz y cocinar alimentos con códigos UPC que le indiquen las instrucciones exactas de preparación.
Broadbent cuenta que la inspiración vino cuando leyó un post en Reddit que hablaba de incorporar códigos QR a los alimentos para que microondas dotados de un lector obtuviesen, de manera automática, el tiempo y el modo de preparación. Después, decidió que sería más cómodo valerse de códigos UPC –los códigos de barras que todos conocemos- vinculados a una base de datos online con las características de cada alimento. El propio Broadbent se está encargando de crearla.
En el vídeo de demostración, el desarrollador también dicta órdenes a su microondas (que cuenta, al más puro estilo Windows 98, con una alegre música de inicio, y con un panel de mandos personalizado), con las que le indica el tiempo y el modo de preparación de los alimentos que quiere cocinar, aunque reconoce que la mala acústica de la cocina le juega, a veces, malas pasadas. Además, el reloj del aparato se actualiza automáticamente a través de Internet. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez, tras un corte de luz en su vecindario, si su microondas no se había convertido en una máquina del tiempo? Por no hablar de lo complicado que, a veces, resulta volver a ponerlo en hora.
Otro de los grandes atractivos de este microondas reside en que, cuando termina de preparar un plato, avisa mediante un tuit. Véase, si no, su cuenta en la red social de microblogging. Ya tiene 76 seguidores.
Quizá lo menos útil de todo lo que propone Broadbent sea la posibilidad de controlar el microondas mediante un smartphone o una tableta, en especial si tenemos en cuenta que no tendremos más remedio que levantarnos en algún momento para introducir la comida en el aparato. En TechCrunch, que también se hace eco de este avance, han llegado a la conclusión de que la única finalidad de esto es demostrar a tus amigos que eres el mayorgeek del planeta.
Como receta de ejemplo, Broadbent indica cómo preparar en su microondas hackeado un pastel de frambuesa, que, en inglés, se dice raspberry, claro.